ASESINATOS EN BARBATE

Uno de los guardias civiles asesinados en Barbate fue voluntario por no haber agentes disponibles

El guardia asesinado no ocultaba a su familia la situación de desprotección que sufren los guardias en el Estrecho

La madre del GEAS asesinado en Barbate pide que no se emitan los vídeos de los delincuentes que jaleaban el asesinato

guardias civiles Barbate
El miembro de los GEAS, Miguel Ángel González, asesinado por narcos en Barbate.

Uno de los guardias civiles asesinados en Barbate fue voluntario por no haber agentes disponibles. El miembro de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS), Miguel Ángel González, se presentó voluntario para trabajar la noche de la tragedia porque no había personal suficiente para combatir a los narcos.

El asunto ya lo adelantó la tía del especialista de la Guardia Civil asesinado por los narcos cuando manifestó «Él no tenía que estar allí». Ahora, lo confirma su madre, Paqui, que ha facilitado más detalles sobre la noche de la tragedia y ha esbozado un perfil de su hijo.

«Esa noche mi hijo se presentó voluntario, era el trabajo con el que él soñaba, cuando le llamaron dijo que sí», puntualiza Paqui. ¿Por qué le llamaron si no le tocaba estar presente en esa intervención?, porque no había personal. Así lo confirma el entorno de la víctima y fuentes del Instituto Armado a OKDIARIO.

Esa entrega y valor de Miguel Ángel, extensible al resto de sus compañeros, le llevó a la muerte siendo consciente de que su vida corría peligro.

No era la primera vez que actuaba siguiendo sus sólidos principios. Durante un permiso en Madrid, de los que Miguel Ángel aprovechaba para visitar a su pareja, el guardia decidió dar una vuelta por la ciudad y utilizar el metro como transporte. «Allí fue testigo del robo a una mujer por parte de tres delincuentes, mi hijo persiguió a uno de ellos, al principal, le detuvo y le engrilletó porque siempre llevaba bridas en la mochila» explica Paqui.

Tras la detención del sujeto, Miguel Ángel lo entregó a la Policía. Gracias a su acción se recuperó el pasaporte y más de mil euros de una turista asaltada.

Los buzos no deben abordar lanchas

Debido a estos principios, Miguel Ángel acudió a la llamada de sus mandos y se presentó voluntario. En la embarcación debían ir dos buzos de la Guardia Civil ya que esa zódiac pertenecía a la especialidad, pero el trabajo de los GEAS no consiste en abordar narcolanchas para identificar o detener a sus tripulaciones.

Es por ese motivo que se decidió sobre la marcha la inclusión de miembros del Grupo de Acción Rápida (GAR) pertrechados con armas largas de fuego.

Miguel Ángel González sabía que eso no formaba parte de su trabajo y que no tenían medios ni personal para enfrentarse a varias narcolanchas a la vez. A su madre le ocultaba la penosa situación laboral en la que se desenvuelve el trabajo de la Guardia Civil y la Policía en el Estrecho, pero su familia confirma que a menudo, tras las operaciones, sí explicaba la situación de «desprotección» bajo la que actúan los agentes en el Campo de Gibraltar.

Los narcos siguen con su actividad

De hecho, y tal como publica OKDIARIO, sólo 48 después del asesinato de los dos guardias civiles en Barbate se han vuelto a repetir las escenas de narcolanchas al resguardo cerca de la costa y la intervención de guardias civiles en pequeñas embarcaciones para «espantarlas» de la zona. No tienen medios para alcanzarlas y es lo máximo que pueden hacer como ha sido el caso de Chiclana el pasado lunes.

Sancti Petri también fue escenario de un pulso entre guardias y narcos el pasado domingo. Entonces, los guardias sí contaban con el apoyo de un helicóptero, «el pájaro» como le llaman los narcotraficantes, que sí provoca más respeto entre las mafias del narco que se mueven impunes en la zona a pesar de que ya ha intentado derribar alguna de estas aeronaves en el pasado.

Fiscalía busca a los que jalearon el crimen

Con los seis ocupantes de la narcolancha que se usó en el asesinato de los guardias civiles, la Fiscalía también ha abierto una investigación para localizar a los que jalearon a los narcos para que mataran a los agentes.

La Fiscalía, no sólo ha pedido las cámaras del puerto de Barbate para intentar identificar a los que participaron en esa serie de comentarios brutales y vejatorios para los guardias y para sus familias. También se investiga las manifestaciones de odio en las redes publicadas por los simpatizantes de los narcos.

Entre tanto, las familias de los guardias civiles asesinados en Barbate han pedido, rotas de dolor, que se dejen de emitir las imágenes y los gritos de odio de esa jauría de simpatizantes de los narcos que animaban a matar salvajemente a sus familiares. Aunque se dio la orden a los vigilantes del puerto de cerrar la bocana para que no escaparan y poder identificarlos, no se hizo ante la gran cantidad de personas que había allí concentradas.

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