Así es Kiko ‘el Cabra’: el narco que asesinó a dos guardias civiles por venganza en Barbate
A finales de enero otro narco murió al intentar huir de la Guardia Civil y El Cabra juró venganza
La vida de lujo del asesino de Barbate: cobraba más de 15.000 euros por viaje
Francisco Javier M.P. es conocido entre los narcos de Barbate (Cádiz) como Kiko El Cabra. Él es el principal responsable del asesinato de dos guardias civiles tras arrollarles con la narcolancha que conocía. Y lo hizo por venganza.
El Cabra se dedicaba a pilotar las planeadoras que transportan droga por el Estrecho y, según ha podido saber OKDIARIO Andalucía, prometió venganza tras la muerte de Marcos, su socio, otro piloto de los narcos que falleció a finales de enero tras chocar contra una patrullera de la Guardia Civil. Era la venganza de Kiko El Cabra.
La venganza de Kiko El Cabra
La muerte de Marcos se produjo la semana pasada, cuando agentes de la Guardia Civil vieron la narcolancha detenida, sin nadie a bordo, por la zona. Cuando los guardias civiles se acercaron a ver qué sucedía, vieron a varios narcos durmiendo y éstos, al percatarse, no dudaron en arrancar la embarcación y embestir contra la patrullera de la Guardia Civil. La operación se saldó con tres personas detenidas, mientras que el cuarto, Marcos, fue intervenido por las graves lesiones producidas en el impacto, y terminó muriendo.
La muerte de Marcos, lejos de alejar a Kiko El Cabra de un oficio que llevaba desempeñando más de 15 años, provocó la ira de un Kiko que prometió venganza por la muerte de su socio y amigo. Y el pasado viernes la llevó a cabo: embistió contra una lancha de la Guardia Civil en Barbate y asesinó a los guardias civiles Miguel Ángel González Gómez y David Pérez Carracedo, de 39 y 43 años respectivamente.
Kiko El Cabra era quien conducía la narcolancha que arrolló a los agentes de la de la Guardia Civil. Estaba en libertad pese a tener antecedentes penales por resistencia a la autoridad, desobediencia y blanqueo de capitales. Marcos, por su parte, también tenía antecedentes penales similares: contrabando, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
La vida de lujo de El Cabra
Kiko El Cabra llevaba una vida de lujo gracias a los más de 15.000 euros que cobraba por viaje. El asesino tiene una casa en La Línea de la Concepción y otra en El Zabal, un área de la localidad conocida como Villa Narco. Además, cuenta con un todoterreno de gran valor.
Quienes le conocen por la zona, se refieren a él como una persona a la que se le puede ver con mucha frecuencia por la zona haciendo gala de su oficio y de su capacidad adquisitiva.
Además de Kiko El Cabra, otras cinco personas iban a bordo de la embarcación que arrolló a los agentes de la Guardia Civil fallecidos. Tres de ellos huyeron a nado al poco de producirse el accidente. Subieron a un coche que les esperaba en Sotogrande: los tres eran mecánicos de las embarcaciones y se habían subido para reparar una avería.
Tras dejar a estos tres hombres en Sotogrande, Kiko El Cabra y los otros dos tripulantes pasaron la noche en la embarcación, hasta que a la mañana siguiente encallaron en algún punto de La Línea y huyeron a pie hasta esconderse en la sierra de Carboneras, entre la maleza. Afortunadamente, fueron identificados y arrestados.