El Tribunal de Cuentas reclamó a Podemos que aclarase la factura del contrato con la consultora que investiga Bolivia
El Tribunal de Cuentas requirió a Podemos que aclarase los más de 300.000 euros pagados a la filial de Neurona Consulting que se encargó de la campaña a las generales del 28 de abril.
El fiscal de Bolivia ve siete delitos en la consultora vinculada a Monedero
El Tribunal de Cuentas requirió a Podemos que aclarase la factura emitida por Neurona -la consultora vinculada a Monedero investigada por la Fiscalía de Bolivia- por los trabajos desarrollados durante los meses de marzo y abril para las elecciones generales del pasado 28-A. El organismo reclamó a los de Iglesias que aportasen el albarán justificativo de la contratación de la filial de la empresa mejicana, presuntamente implicada en la trama corrupta del Gobierno de Evo Morales, ya que el documento no estaba suficientemente detallado y resultaba opaco.
El Tribunal de Cuentas detectó conceptos amplios y sin desglose presupuestario que lo pusieron en alerta: «Elaboración de líneas estratégicas de pre-campaña electoral; elaboración de líneas estratégicas de campaña electoral; diseño, creación, integración y operación de soluciones audiovisuales y productos comunicacionales; cobertura gráfica y audiovisual en pre-campaña y campaña; y, spots en alta definición». Partidas genéricas que fueron contratadas sin control y sin presupuesto aprobado por los órganos internos competentes de Podemos con la consultora vinculada a Juan Carlos Monedero que está siendo investigada por la Fiscalía de Bolivia.
El partido liderado por Pablo Iglesias adjudicó los servicios de las elecciones generales del pasado 28-A a su consultora de referencia en las últimas campañas electorales -Neurona Comunidad, S.L.- por decisión del actual secretario de comunicación de la formación morada, Juanma del Olmo.
Fuentes próximas a Podemos apuntan a las anomalías en las que presuntamente incurrió el partido al contratar con una empresa filial de la matriz mejicana Neurona Consulting, comprometida judicialmente por sus operaciones internacionales, y por cuyos servicios habría pagado un importe mínimo de 363.000 euros. El gasto decidido por Del Olmo, y abonado por el tesorero Daniel de Frutos, escapó a cualquier mecanismo de control interno dado que en campaña electoral la ley permite a los partidos contratar sin necesidad de licitación.
Si el mismo servicio se hubiese requerido fuera de período electoral, tendría que haberse producido un concurso público y la adjudicación del contrato correspondiente a la mejor oferta presentada. Motivo por el que las mismas fuentes apuntan a por qué Podemos utiliza los gastos de campaña para la asignación y facturación de este tipo de contratos dudosos.
Además, dicha cantidad excedería del coste real de los servicios prestados que fueron presupuestados por conceptos genéricos y sin desglosar y que habitualmente son desarrollados, en la práctica, por personal en plantilla de la formación.
Fiscalía boliviana
El Ministerio Público boliviano denunció a comienzos de 2019 la existencia de una trama para la aportación anómala de fondos a partidos de extrema izquierda bolivarianos -y concretamente a Podemos- a través de la red de empresas de la sociedad mejicana Neurona Consulting y asociaciones españolas como CEPS, embrión del partido liderado por Iglesias y vinculada a Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa e Íñigo Errejón.
La Fiscalía Anticorrupción de Bolivia señaló siete delitos en las ocho contrataciones del Gobierno de Evo Morales con Neurona Consulting, la empresa que confeccionó las últimas campañas electorales de Podemos.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, el Ministerio Público encuentra hasta siete tipos penales imputables a la ex ministra de Comunicación, los altos cargos del ministerio, los funcionarios y la propia empresa, implicados en el ‘caso Neurona’.
El escrito, de 134 páginas y fechado a 29 de noviembre de 2019, reflejó todas las irregularidades presuntamente cometidas por varios miembros del Gobierno de Morales, en un total de ocho contratos que ascendieron a 12 millones de bolivianos -más de un millón y medio de dólares- suscritos entre los años 2017 y 2018.
La mercantil ha borrado cualquier rastro de su página web tras conocerse que estaba siendo investigada en Bolivia por uso indebido de influencias, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, incumplimiento de deberes, falsedad ideológica, contratos lesivos al Estado, incumplimiento de contratos y conducta antieconómica, como resultado de los contratos otorgados a dedo desde el Ejecutivo de Evo Morales.
La única web de Neurona Consulting que permanece hoy activa corresponde a otra empresa, del mismo nombre, pero radicada en Chile y que no tiene nada que ver con la investigada, de origen mejicano.