La socialista Chivite negocia ya con Geroa Bai un canje de ayuntamientos para presidir Navarra

María Chivite, líder del Partido Socialista de Navarra (PSN), negocia ya con Geroa Bai, la marca con la que el PNV se presenta en la región, un cambio de cartas para conseguir la Presidencia de Navarra. Geroa Bai pide el apoyo de los socialistas en municipios navarros importantes para que Chivite consiga ser presidenta de la Comunidad Foral.

La socialista Chivite negocia ya con Geroa Bai un canje de ayuntamientos para presidir Navarra
María Chivite en una reciente imagen.
Carlos Cuesta

La socialista María Chivite tiene al alcance de la mano la Presidencia de Navarra. Geroa Bai –la marca con la que se presenta el PNV en la Comunidad Foral– está dispuesta a respaldar al PSOE con tal de que el centroderecha constitucionalista –Navarra Suma– no gobierne en la región.

El partido nacionalista comandado por Uxue Barcos, de hecho, ya negocia con los socialistas un cambio de cromos: el logro de ayuntamientos  navarros para Geroa Bai con el apoyo de los votos socialistas, a cambio de entregar al PSOE la Comunidad de Navarra con el apoyo activo de los separatistas. De todos modos, la única pieza en el aire es la decisiva abstención de EH Bildu, un hecho que resulta imprescindible para que le salgan las cuentas a la dirigente socialista.

El PSOE ya no se plantea un pacto de Gobierno con Navarra Suma. Ahora, Chivite quiere jugar su propia carta y presentarse a la investidura con el respaldo de Geroa Bai. Sin embargo, lo cierto es que esa jugada depende de un tercer protagonista clave, EH Bildu, ya que los proetarras deben abstenerse para permitir que la socialista consiga ser presidenta.

La línea roja marcada por la dirección nacional del PSOE fue la de no llegar bajo ningún concepto a un acuerdo con Bildu, pero los socialistas navarros consideran que si los proetarras les apoyan, eso no puede considerarse un acuerdo porque Bildu es muy libre de respaldar al partido que quiera.

Podemos e Izquierda-Ezquerra (IE) también son necesarios en esa ecuación de apoyo al PSOE. La formación podemita tiene dos escaños, mientras que IE sólo posee uno, sin embargo, ambos votos se dan por seguros en el esquema de respaldo a Chivite. En los últimos días, la candidata del PSN ha reiterado su intención de trabajar para constituir un Gobierno de «progreso» sin negociar ni pactar con EH Bildu y, además, ha ratificado que no facilitaría la investidura del candidato de Navarra Suma, Javier Esparza, como presidente del Gobierno foral.

En las elecciones del pasado 26 de mayo, Navarra Suma, candidatura de UPN, PP y Ciudadanos, fue la primera fuerza con 20 escaños, mientras que el PSN, la segunda fuerza, logró 11. Recordemos, no obstante, que la mayoría absoluta está en 26 escaños. Por eso, Chivite necesita sumar a Geroa Bai (9 escaños), Podemos (2 actas) e Izquierda-Ezkerra (1 diputado) porque entre todos ellos suman un total de 23 sillas, por lo que necesita irremediablemente la abstención de Bildu (7 escaños).

La moneda de cambio será la constitución de los ayuntamientos. Geroa Bai quiere un premio: el poder en consistorios en los que los nacionalistas quieren ver si el PSN apuesta realmente por “una Navarra plural y de progreso o si va a volver a convertirse en la muleta de la derecha”, según el mensaje trasladado por Geroa Bai al PSOE.

La marca con la que se presenta el PNV en Navarra necesita el voto socialista para lograr las alcaldías de municipios importantes, como el Valle de Egüés o Zizur Mayor, pero lo cierto es que la primera respuesta de los socialistas navarros no parece ser favorable a este cambio de cromos. Geroa Bai, pese a ello, también ha planteado a los socialistas acuerdos en Viana y Ribaforada, donde la Alcaldía socialista depende de sus votos.

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