Semana negra en las prisiones españolas: 12 agresiones a funcionarios en cuatro cárceles
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El año 2022 está siendo especialmente complicado para los funcionarios de prisiones en materia de seguridad propia. Sólo durante esta última semana han sido agredidos doce funcionarios en cuatro cárceles españolas. Las estadísticas oficiales arrojan más de 300 agresiones que suponen el doble del número del pasado año, pero 2022 todavía no ha terminado.
La última de estas agresiones tuvo lugar el domingo por la noche en Madrid I, cuando una presa en tránsito la emprendió a golpes con una funcionaria en la Enfermería tras negarse a regresar a su módulo tras ser curado de unas heridas auto infringidas. El aumento de las agresiones en la prisión madrileña de Alcalá Meco (Madrid I) coincide entre otros motivos con el momento en el que fue designado como centro de tránsito y a que algunas de estas presas dilatan su estancia en esta prisión varias semanas, incluso meses, a la espera que pase una conducción que las traslade a su centro de destino.
El sindicato Acaip, mayoritario en Prisiones, advierte de la violencia de los internos en León, Pamplona, Huelva y Madrid I y añade que «aunque podemos advertir que se repite el mismo patrón en todas ellas, una clasificación interior que no se corresponde con el perfil del interno y la denominada ‘política de buenismo’ por la que no se toman medidas regimentales adecuadas ante los incidentes protagonizados por los internos».
El problema al que aluden siempre los trabajadores de prisiones es que siguen sin ser reconocidos como agentes de la autoridad, por lo que muchas de las conductas violentas de los internos quedan impunes o, en su caso, con una mera sanción administrativa, por ejemplo, prohibición de salir al patio o aislamiento en los módulos de residencia. Poco más. Por ese motivo, desde Acaip piden que «se agilice el trámite parlamentario para la modificación del artículo 80 de la Ley Orgánica General Penitenciaria, por la que se conseguiría esta reivindicación histórica del colectivo».
No es la única medida solicitada por los sindicatos de Prisiones y desde Acaip también exigen «un nuevo protocolo contra las agresiones que sufren los trabajadores, el actual no es efectivo tal y como demuestran los datos. Por esta razón, el pasado mes de julio, se retiró la firma de este protocolo quedando tan solo la administración como parte del mismo».
«Es necesario tomar medidas inmediatas y adecuadas, no puede ser considerado normal que, al menos 12 funcionarios acaben en el hospital en una semana con heridas de distinta consideración, algunas de ellas extremadamente graves como la del trabajador de la prisión de Huelva que requirió operación de urgencia en la mano», concluyen desde Acaip.