Segunda agresión homófoba ‘fake’ en Madrid: detenida una joven por inventarse una supuesta paliza

Imagen colgada por la persona que se inventó una agresión homófoba.
Imagen colgada por la persona que se inventó una agresión homófoba.
Rafael Gallego

Nuevo caso de falsa agresión homófoba en Madrid. La Policía Nacional ha detenido a una joven de 24 años por simulación de delito después de que esta haya confesado que se inventó una agresión homófoba en Chueca el pasado 10 de diciembre. La joven, de nombre Irene, había interpuesto una denuncia sobre una supuesta agresión que nunca existió y se había paseado por los medios de comunicación contando una historia que ahora ha confesado que era falsa. Es la segunda detención por inventarse una agresión que nunca ha existido en este mismo año en Madrid.

La historia comenzó el pasado 11 de diciembre, cuando la joven Irene colgó un mensaje en las redes sociales en el que denunciaba haber sufrido una «agresión homófoba» en el barrio madrileño de Chueca el día anterior. Acompañaba su mensaje de dos fotografías en las que aparecían manchas de sangre y, según su relato, «me dejaron estas lesiones entre otras a lo largo del cuerpo». En ese mensaje, la joven decía que «esto pasa todos los días a todas horas», y publicitaba la protesta de este miércoles 15 en Madrid de colectivos LGTBI contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid, «el día 15 nos vemos en la calle, por todes nosotres, porque existimos». Ahora ha confesado que se inventó esa agresión y en las cámaras de seguridad se ve cómo aquel día 10 de diciembre la joven se tropezaba y se caía, lo que explica el origen de la sangre que aparece en las fotos.

La joven presentó el pasado día 11 una denuncia en la comisaría de Arganzuela en la que aseguró haber sido víctima de una agresión homófoba la noche anterior cuando paseaba junto a una chica.

En el relato de ficción que elaboró la joven, un hombre la empujó por detrás y la lanzó contra un árbol, provocándole una lesión en el ojo. Además de proferir insultos sobre su orientación sexual, asegura que le propinó varias patadas cuando ya se encontraba en el suelo mientras, contó le gritaba: «Bolleras de mierda, estáis enfermas, tendríais que estar todos en una hoguera». Todo ficción.

Además, decía en las redes sociales y en su denuncia que este hombre le había robado el teléfono móvil. Tras las averiguaciones pertinentes, la chica denunciante acabó confesando a los agentes que todo este relato era falso. La joven fue detenida acusada de simulación de delito, aunque ha quedado en libertad a la espera de juicio.

En su investigación, los agentes fueron advirtiendo que no encontraban pistas o indicios que respaldaran el relato de la joven. Esta se fue viendo acorralada y terminó por confesar la invención. Las heridas, como quedó apuntado, tienen su origen en que la joven se cayó de forma accidental al ir en estado de embriaguez.

El caso de los «ocho encapuchados»

La joven quería alcanzar cierta notoriedad en la comunidad LGTBI con esta denuncia, pero al final no ha conseguido sino unir su nombre al del chico que el pasado mes de septiembre también se inventó una agresión homófoba, en su caso en el barrio de Malasaña y que tras haber sido noticia de primera plana durante varios días, confesó la mentira.

En aquel caso, un chico contó que había sido víctima de una agresión por parte de ocho encapuchados, que le habían provocado lesiones incluyendo el grabado de la palabra ‘maricón’ en su piel con un objeto afilado. En aquel caso, los agentes también constataron que no había pruebas que avalasen el relato que había contado y la pretendida víctima terminó por derrumbarse y confesar. Aquella lesión se la había producido otra persona de mutuo acuerdo en un peculiar juego de índole sexual consentido por ambas partes.

Este individuo quería ocultarle este episodio a su pareja sentimental y se inventó un relato que terminó provocando su detención por el mismo motivo que el nuevo caso sucedido en Chueca y una lacónica confesión: «Se me ha ido de las manos».

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