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Sánchez sondea a Hernando para relevar a Marlaska en Interior y dar más perfil político al Gobierno

El año pasado Sánchez ya buscó a un sustituto para relevar a Fernando Grande-Marlaska

Sánchez perfila una "renovación profunda" en el PSOE con una purga en la cúpula

Antonio Hernando
Pedro Sánchez y Antonio Hernando en el Congreso.
Joan Guirado

Pedro Sánchez quiere rehabilitar a Antonio Hernando para la política de primer nivel. Y convertirlo, ni más ni menos, que en ministro del Interior, en sustitución de un quemado Fernando Grande-Marlaska. El presidente ya ha sondeado al ex portavoz socialista en el Congreso, que ahora es su director de gabinete adjunto, para incorporarle al equipo ministerial en la crisis que prevé provocar en las próximas semanas. Fuentes cercanas a Hernando afirman que «está a disposición del partido y del presidente».

Con este movimiento Sánchez busca convertir al ex portavoz del PSOE en el Congreso en un peso pesado del nuevo Ejecutivo. Más aún en un departamento tan crítico, complejo y criticado como es el de Interior, hasta ahora en manos de un independiente. Introducir con la entrada de Hernando, como hizo con otro de sus pretorianos de toda su vida política, Félix Bolaños, más perfil político a un Gobierno que se quedó sin él on la salida de José Luis Ábalos y Carmen Calvo. A fin de cuentas, los que le conocen, dicen del futurible ministro que «es un animal».

El destino tampoco es casual. Ya el año pasado Sánchez buscó a un sustituto para relevar a Fernando Grande-Marlaska. Pero nadie quiso ese regalo envenenado. Y a última hora, cuando todo el mundo daba por hecha la salida del magistrado del gabinete, ratificó a Marlaska en el cargo. Nadie lo entendió. Ni en el PSOE, ni sus socios de Podemos -abonados a las críticas por su gestión-. Antonio Hernando, al que muchos comparan con Alfredo Pérez Rubalcaba, «tiene un perfil interesante para dirigir este ministerio», apuntan en el entorno del presidente.

Abogado, con una larga carrera política tras pasar por la UGT, en Moncloa ven a Antonio Hernando como el perfil ideal para «asumir un cargo complejo». Más aún cuando, con la inflación por las nubes, todas las miradas están puestas en posibles protestas callejeras tras el verano si los precios siguen subiendo. Su larga militancia en el PSOE, además, le convierten en un actor capaz de responder a las múltiples y reiteradas críticas que Podemos vierte contra la gestión gubernamental en el ámbito policial. En las filas socialistas recuerdan que «como además Sánchez ya se lo cargó una vez, estará a su dictado por miedo a volver a ser cesado».

Foto

Pedro Sánchez posó junto a Antonio Hernando este domingo en una entrevista publicada en el periódico gubernamental El País. La foto provocó la sorpresa de muchos. Pocas veces el jefe sale acompañado de sus asesores. Menos aún de segundo nivel. Pues Hernando es adjunto al director de gabinete, Óscar López, ni tan si quiera es el número uno. Para muchos en el PSOE, lo que hizo el presidente provocando esta fotografía fue rehabilitar orgánicamente a un histórico del partido.

Rehabilitación

Y es que Hernando, que fue el defensor de la abstención socialista en la investidura de Mariano Rajoy, provocando la renuncia como diputado de Sánchez y su posterior caída como secretario general, «necesita ser rehabilitado» políticamente. Es lo que opinan muchos dirigentes socialistas. Por eso, antes de convertirle de nuevo en actor de primer orden, en un cargo tan relevante como el de ministro del Interior, Sánchez se ha dejado ver con él de nuevo para apaciguar a los más furibundos del PSOE que todavía no saben de su reconciliación.

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