Sánchez saluda al golpista Junqueras que aprovecha para hablar con medio Gobierno socialista
Una de las imágenes más esperadas de la constitución de las nuevas Cortes Generales se ha producido en el momento de la votación para la elección de la presidencia del Congreso: Junqueras se ha dirigido a Sánchez para estrecharle la mano.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha saludado a dos de los cuatro presos golpistas (Oriol Junqueras, de ERC, y Jordi Sànchez, de JxCAT) que han asistido este martes a la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados tras las elecciones generales del pasado 28 de abril. Con Junqueras incluso ha intercambiado unas palabras. «Tenemos que hablar», le ha dicho el líder de ERC.
Primero ha sido el ex vicepresidente de la Generalitat el que, cuando ha ido a votar la elección de la Presidencia del Congreso en una urna situada en el estrado, se ha dirigido hasta el escaño de Sánchez para estrecharle la mano tras depositar la papeleta (no ha votado a la socialista Meritxell Batet, sino en blanco con un lazo amarillo y la palabra ‘Llibertat’).
Sánchez, al ver a Junqueras acercarse hacia su escaño, se ha incorporado hacia adelante en el asiento azul y ha saludado a este cabecilla del golpe de Estado en Cataluña en otoño de 2017. Era una de las imágenes más esperadas de esta constitución de las nuevas Cortes Generales.
Acto seguido, Junqueras, en medio de la fila de diputados que volvían de la votación en la urna, ha saludado al ministro de Exteriores, Josep Borrell, con el que ha departido durante unos minutos, y a la titular de Justicia, Dolores Delgado, que sería quien tuviese que firmar su indulto en caso de los que presos separatistas fuesen condenados por el Supremo y pidiesen esta medida de gracia. También ha estrechado la mano a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y al de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y ha mantenido conversación con las responsables de Educación y Trabajo, Isabel Celaá y Magdalena Valerio.
Móviles y bar privado
Poco después, cuando le ha tocado a Pedro Sánchez ir a votar se ha encontrado en la fila y ha saludado también al preso Jordi Sànchez, ex líder de la ANC y hombre de la máxima confianza del ex presidente catalán Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española.
Los diputados presos han usado distintos teléfonos móviles en el escaño y han estado también fuera de las cámaras junto a otros parlamentarios en el bar privado del Congreso, al que no puede acceder la prensa. Ha sido el caso, por ejemplo, de Jordi Turull y Josep Rull, electos de JxCAT.
Sánchez habla con Junqueras
Tras la elección de la socialista Meritxell Batet como presidenta del Congreso y durante el trámite de la votación de las vicepresidencias, Junqueras se ha desplazado hasta la bancada socialista (hoy ocupada por Vox en las primeras filas) para felicitar a Batet —en la cuarta— y se ha vuelto a detener donde estaba el presidente del Gobierno en funciones, que hablaba por teléfono en ese momento. Sánchez ha interrumpido la llamada para intercambiar unas breves palabras con el preso golpista, acompañado éste de su compañero Gabriel Rufián. Junqueras ha estrechado por segunda vez la mano del jefe del Ejecutivo socialista al despedirse.
Según se ha podido leer de los labios y han explicado fuentes de ERC, la conversación ha sido: «¿Cómo estás?», le ha preguntado Sánchez a Junqueras. «Tenemos que hablar», le ha respondido el dirigente separatista. Ése era el mensaje que el líder de ERC, preso en la cárcel de Soto del Real (Madrid) por el golpe del 1-O, quería dejar al presidente del Gobierno en funciones. Y lo ha conseguido.