Sánchez dice que España está en máxima alerta pero pasa a las regiones la presión de tomar medidas
Pedro Sánchez pide "unidad" a los ciudadanos, partidos políticos y administraciones para hacer frente a "semanas muy duras"
El Gobierno se prepara para endurecer las restricciones para frenar la expansión del coronavirus en España. El presidente Pedro Sánchez, por sorpresa, ha comparecido este viernes desde el Palacio de La Moncloa «para decir que la situación es grave”. Sánchez avisa que “todos debemos evitar llegar al confinamiento domiciliario del mes de marzo” y asegura que «para eso hay que reducir la movilidad».
El socialista, no obstante, renuncia a tomar medidas y pasa a las comunidades autónomas la presión de hacerlo y de pedir el estado de alarma, en el caso de situaciones de máxima alerta.
«La decisión sobre las medidas a adoptar y el momento de su adopción será tomada por las comunidades autónomas y se pondrá en conocimiento del Ministerio de Sanidad antes de su implantación. Que es lo que estamos viendo a lo largo y ancho de nuestro país en el día de hoy», insiste.
Sánchez reconoce que “todas las herramientas están preparadas y disponibles” aunque espera que «podamos superar la segunda ola sin los mismos sacrificios».
El jefe del Ejecutivo admite que desde el inicio de la pandemia en España se han contagiado “3 millones de españoles” pero descarta dar el detalle del número real de fallecidos, cuyas cifras nunca han sido clarificadas con datos oficiales del Ministerio de Sanidad. Las cifras diarias doblan ahora las de los peores días de la primera oleada. Con el mismo tono de gravedad que en las peores semanas de entonces, Sánchez pide “unidad” a toda la ciudadanía y los grupos políticos para hacer frente al virus.
Estado de alarma
Sánchez ha asegurado que en la última reunión del Consejo Europeo pudo comprobar “la preocupación compartida con la que el conjunto de países europeos vive el aumento de contagios”. En este sentido, dice, “España también debe endurecer las medidas” como lo han hecho otros países. Sin embargo el presidente vincula el aumento de casos únicamente a la mayor realización de pruebas PCR.
El Ejecutivo quiere que el toque de queda en todo el territorio nacional se prolongue por un período superior a los quince días. Eso obligaría al Gobierno a asegurarse los apoyos suficientes en el Congreso.
Este jueves, el ministro Salvador Illa tanteó a los responsables sanitarios del Partido Popular para saber si podrían contar con sus votos a favor y no llegar a la votación con la incertidumbre de los meses de mayo y junio.
Quién sí está dispuesta a ayudar una vez más al Gobierno de coalición es la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. La líder del partido naranja ha telefoneado este viernes al jefe del Ejecutivo para brindarle su apoyo y pedirle que, en caso de ser necesario, no dilate más la decisión de aprobar un nuevo estado de alarma que permita la restricción de libertades de los ciudadanos para frenar la expansión del virus.
De momento, este sábado, Castilla y León será la primera comunidad en declarar el toque de queda a falta de saber con qué garantía legal. Esta mañana se han reunido en Valladolid el ministro Salvador Illa y el presidente autonómico, Alfonso Fernando Mañueco, y han acordado la entrada en vigor de la medida de forma inminente con el fin de reducir los contactos sociales durante la noche. Salamanca, como gran ciudad universitaria, registraba fuertes incumplimientos de las medidas.
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