Sánchez se queda sin apoyos en la UE para la final del mundial de fútbol en España
Francia apoya que sea Marruecos el país que organice la final del mundial 2030 que organiza junto a España y Portugal
Pedro Sánchez no está moviendo ni un dedo para que España albergue la final del Mundial de futbol 2030 que organizarán de manera conjunta nuestro país, Portugal y Marruecos. Su falta de liderazgo en esta cuestión llega a tal punto que los principales Estados miembros de la Unión Europea no apoyen que sea Madrid, en concreto el estadio Santiago Bernabéu -la instalación más moderna que albergará la competición-, la ciudad en la que se dispute el último partido. Así lo han confirmado fuentes de los gobiernos de Francia, Alemania y Holanda a OKDIARIO.
El país vecino, Francia, es quien menos apoyo brinda a que la final se dispute en España. De hecho, la administración de Emmanuel Macron apuesta por que sea Marruecos el que organice el principal evento deportivo del año 2030. Detrás de la estrategia de Macron se esconde también una razón económica. Pues la mayoría de conexiones aéreas internacionales con Marruecos tienen que pasar antes por el aeropuerto parisino de Charles de Gaulle y dichas rutas las opera Air France. Por lo que supone una fuente de ingresos muy importante.
En el caso francés, holandés y alemán, además, aducen que el hecho de que la final se pueda celebrar en Casablanca, la ciudad en la que el gobierno marroquí aspira a construir el estadio más importante para esta cita deportiva, «constituye también una oportunidad de desarrollo importante» para el país que se encuentra en la frontera sur de Europa. Estos tres países también tienen fuertes intereses económicos, a través principalmente de empresas de construcción y de servicios, que ingresarán muchos millones con contratos de Marruecos durante el Mundial.
Fuentes gubernamentales defienden que «la candidatura de España es muy sólida, somos los impulsores, somos un país de tradición de fútbol, con unos estadios extraordinarios, con unas ciudades entusiasmadas con la candidatura, con servicios públicos y con trenes de alta velocidad que ha demostrado tantas veces que sabemos organizar eventos deportivos y de otra naturaleza bien y con éxito». Pero más allá de estas grandilocuentes palabras, no hay nada más por parte de Sánchez para defender que España acoja la final del Mundial.
Ni la presidencia del Gobierno, ni el Consejo Superior de Deportes, explican fuentes de los tres países consultados, «están haciendo campaña para que respaldemos su propuesta frente a otras que ya se conocen». La situación que vive la Real Federación Española de futbol, además, «no ayuda» explica un colaborador muy cercano a Macron.
La FIFA decide en última instancia
La situación de bloqueo actual entre España y Marruecos tiene visos de que será resuelta por una FIFA que buscará la mayor visibilidad posible a su evento estrella ante la falta de acuerdo por parte de la dos partes. La organización suiza tomó este pasado otoño la sorprendente decisión de jugar los primeros partidos del Mundial 2030 en territorio latinoamericano para conmemorar el centenario del torneo de selecciones de fútbol más importante del mundo.
Después de esos partidos inaugurales en Argentina, Uruguay y Paraguay, el Mundial de 2030 se trasladará a España, Marruecos y Portugal para disputar 101 encuentros de fútbol y donde sólo uno es el motivo de la principal discordia. A la FIFA, le encaja el estadio Santiago Bernabéu de Madrid como una de las sedes más modernas del mundo, aunque Marruecos quiere jugar la carta de construir un estadio más grande que el coliseo madridista en Casablanca y además con el atractivo de hacer una final de un Mundial por primera vez en el norte de África.
Pedro Sánchez, que de la misma forma que no defiende el potencial de España ante sus colegas europeas a la hora de albergar la final del Mundial, tampoco lo hizo con las autoridades de Marruecos durante la última visita que el presidente del Gobierno hizo a Rabat hace unas semanas. La ubicación podría haber quedado allí pactada, pero Sánchez no tuvo el más mínimo interés a tratar el tema mientras el rey Mohamed VI sí defendió que fuera su país la sede de la final.
Sin acuerdo entre los gobiernos de España y Marruecos, con Portugal inhibiéndose en la cuestión, todo apunta a que la FIFA será la que tenga que tomar la decisión final. La última final de la Copa del Mundo de Fútbol entre Argentina y Francia tuvo una audiencia de 1.120 millones de espectadores en todo el planeta. Lo que permitiría a España lucirse ante los ojos del mundo.
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