Sánchez presumió de su «humana» política migratoria 21 días antes de pactar expulsiones con Junts
Así lo hizo el pasado 20 de diciembre en el Congreso en su balance de la Presidencia española de la UE
El PP acusa al jefe del Ejecutivo de realizar cesiones a un "partido que mantiene posturas xenófobas"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presumió en el Congreso de los Diputados de su «humana» política migratoria sólo 21 días antes de pactar con Junts el pasado miércoles que la Generalitat de Cataluña pueda expulsar a inmigrantes irregulares reincidentes.
Fue en su comparecencia del pasado 20 de diciembre en la Cámara Baja, dentro de su balance de la Presidencia española de la Unión Europea, cuando el jefe del Ejecutivo PSOE-Sumar sacó pecho de «cerrar un acuerdo fundamental, también para España, por nuestra situación geográfica, que es el Pacto sobre Migración y Asilo, que nos va a permitir algo muy importante como es mejorar la gestión de nuestras fronteras y conducir de forma más humana y coordinada los flujos migratorios», subrayó, según recoge el Diario de Sesiones.
Sin embargo, apenas tres semanas después, y también en el Congreso, en el marco de una negociación parlamentaria con los de Carles Puigdemont para salvar los tres primeros decretos-leyes de esta legislatura, el jefe del Gobierno accedió a que la Generalitat asuma la gestión de la competencia estatal de política migratoria, incluyendo aquí la posibilidad de expulsar de Cataluña a inmigrantes irregulares que reincidan en delitos.
En concreto, Moncloa y Junts acordaron el pasado 10 de enero, entre otras cuestiones, «la delegación de las competencias sobre inmigración en la Generalidad, mediante la vía del artículo 150.2 de la Constitución española a través de una ley orgánica específica por Cataluña».
«La delegación de esta competencia irá acompañada de los recursos necesarios y permitirá a Cataluña realizar una política integral, para que sea el Gobierno y el Parlamento de Cataluña quienes determinen una política propia, adecuada a las necesidades y a la realidad de nuestro país», indica el texto de Junts. Desde el Ejecutivo de Sánchez todavía no se ha hecho público ningún documento sobre este acuerdo.
Uno de los principales negociadores de Junts, su secretario general, Jordi Turull, condenado e indultado por el golpe de Estado del 1-O, se pronunció así el jueves sobre lo arrancado in extremis al Gobierno de Sánchez: «Si se expulsa o no multirreincidentes debe poder decidirse desde Cataluña. Ningún alcalde está contento de tener gente que reincida 200 veces», declaró Turull con euforia en una entrevista en Catalunya Ràdio. Se refirió así al plan de reforma legal que promueven alcaldes de Junts en localidades del Maresme (Barcelona) para llevar a cabo tales expulsiones.
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, calificó este viernes de «error garrafal» la cesión de la política migratoria a la Generalitat -vía Junts pese a no presidir el Gobierno autonómico- y emplazó al jefe del Ejecutivo central a «recapacitar». Junto a ello, Tellado aseguró que ningún presidente de las comunidades autónomas gobernadas por el PP pedirá ese traspaso, algo que sí ha hecho el lehendakari, Iñigo Urkullu, del PNV y socio del PSOE en el País Vasco.
Asimismo, Tellado cargó contra el Partido Socialista por tener «grandes dificultades para explicar el acuerdo que ha alcanzado» con la formación de Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, prófugo de la Justicia española y residente en Waterloo (Bélgica).
«Profunda preocupación»
«La inmigración es una competencia exclusiva del Estado, no se puede ceder a una comunidad autónoma y menos dársela como contraprestación a cambio de los votos de la investidura a un partido que mantiene posturas xenófobas como es Junts», enfatizó el portavoz del PP, añadiendo que hay una «profunda preocupación en la sociedad española» por este asunto.
Preguntado sobre si le tranquiliza que el Gobierno diga que esa cesión de competencias se hará dentro de la Constitución, Tellado manifestó que «en ningún caso». «Es evidente que el Gobierno de Sánchez ha pasado graves apuros el pasado miércoles y se ha visto obligado a tragar con todas las condiciones que le ha impuesto el señor Puigdemont», remachó. «Al final Pedro Sánchez no es más que el delegado del Gobierno en España, pero el presidente a través de persona interpuesta se llama Carles Puigdemont y ésa es la realidad evidente que está viviendo nuestro país», apostilló.