Sánchez paga el apoyo de Bildu a su reforma de la luz con un plan de adoctrinamiento infantil en Navarra

Bildu Sánchez
Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez sabe pagar a su gran aliado: Bildu. La misma mañana de este jueves, mientras se debatía el apoyo decisivo de los proetarras a la reforma energética del Gobierno, los socialistas han aceptado in voce las exigencias de los hombres de Arnaldo Otegi en el Parlamento Foral para sacar adelante una norma que permite el mayor grado de adoctrinamiento infantil de Navarra. Adoctrinamiento, por supuesto, controlado por la alianza de socialistas y proetarras.

Las enmiendas reclamadas por Bildu se han aprobado leídas y de viva voz en el mismo Parlamento navarro. Sin gran pudor, mientras se cerraba el pacto de los proetarras para salvar el plan energético de Sánchez. Y el resultado es una ley de carácter integral que permite a los poderes públicos entrar en todo aquello que tiene que ver con la formación y entorno cultural de los niños y adolescentes navarros.

Traducido: el pastel más deseado por los proetarras. Todo un campo de adoctrinamiento político.

La nueva ley regula el derecho a la educación de los niños hasta convertirlo en toda una rampa de inyección de los postulados feministas, ecologistas o económicos de socialistas, proetarras y separatistas. Incluye su formación en valores y avanza sobre distintas situaciones que afectan a su salud o sobre el tratamiento y la protección a dar a las familias, término que, de hecho, prácticamente destierra. Y en todas esas fases, la norma eleva la capacidad de actuación del Gobierno frente a los padres hasta el punto de diseñar rutas que priorizan las decisiones de los políticos frente a las de sus progenitores.

La norma de atención a niños y adolescentes, de este modo, devalúa la familia e incorpora postulados políticos como guía. Así, la ley permitirá que la valoración de las situaciones de desprotección de los menores se realice conforme a los manuales de intervención que el Departamento en materia de Derechos Sociales apruebe. Es decir, de lo que determine el Gobierno comandado por la alianza de socialistas, comunistas, separatistas y proetarras. Este departamento, de hecho, elaborará y difundirá un manual con sus criterios para valorar las situaciones de desprotección y su nivel de gravedad. Y ese nivel de gravedad dará entrada en la órbita más privada del niño a los poderes políticos frente a los padres.

Este manual, además, se difundirá entre los distintos «agentes intervinientes», quienes también recibirán su adoctrinamiento: una formación periódica para «su adecuado uso».

Bildu no ha ocultado desde el principio que buscaba «preparar a las niñas, niños y adolescentes de forma progresiva y en los distintos ámbitos de su desarrollo para asumir su propia protección, de acuerdo con su nivel de maduración y capacidades». Y ha buscado que «esta preparación preventiva se realice desde el respeto a su autonomía», al albur de las consignas lanzadas en los colegios y con el “acompañamiento” en igualdad de su «familia, el profesorado, los referentes comunitarios profesionales y voluntario, los profesionales de los servicios sociales y sanitarios, así como, cualquier otro adulto que participe en sus entornos».

De hecho, la norma permite, por ejemplo, que los profesionales, las entidades educativas y cualquier persona puedan facilitar a las Administraciones Públicas los informes y antecedentes sobre los menores, sus progenitores, tutores, guardadores o acogedores, que les sean requeridos por ser necesarios para este fin, sin precisar del consentimiento del afectado. 
Y esos datos recabados por las Administraciones Públicas podrán utilizarse para la adopción de las medidas de protección establecidas en la ley, atendiendo “en todo caso a la garantía del interés superior del menor y sólo podrán ser comunicados a las Administraciones Públicas que hubieran de adoptar las resoluciones correspondientes, al Ministerio Fiscal y a los órganos judiciales”.

Todo un campo de actuación masivo para el adoctrinamiento de Bildu y sus socios.

Lo último en España

Últimas noticias