Sánchez ordena no usar nunca más la tanqueta de la Policía excepto en caso de estados de excepción
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Ver la tanqueta de la Policía por las calles de España será a partir de ahora más difícil. Prácticamente imposible. Su uso en Cádiz, durante las protestas de los trabajadores del metal, ha hecho famoso este vehículo blindado al servicio de la Unidad de Intervención Policial. Y lo ha puesto en el centro de todas las críticas. Tal es así que tras la petición de Podemos de retirarlo de las calles gaditanas, lo que finalmente ocurrió, el presidente Pedro Sánchez ha ordenado que no vuelva a dar servicio excepto «para casos de excepción». El ministro Fernando Grande-Marlaska culpó a un cargo policial de su uso.
Según fuentes cercanas al presidente, esos casos de excepción tendrán que ir acompañados de decisiones que se tomen directamente desde la Presidencia del Gobierno. En otras palabras, que el uso de una herramienta que desde hace seis años está al servicio de la Policía Nacional requerirá de la activación de la Ley de Seguridad Nacional, el estado de alarma, el estado de excepción o el estado de sitio. Es decir, los tres estados de excepción ante cualquier contingencia que coloquen a Sánchez al frente de las decisiones que se tomen en toda España. En esos casos, es el Gobierno el que asume todas esas facultades extraordinarias.
Desde que se pusieron al servicio de CNP no se habían usado. La dirección política de los Mossos también decidió guardar este vehículo en el garaje tras los incidentes de 2017.
Este tipo de vehículo blindado fue una donación de Defensa en la época de María Dolores de Cospedal como ministra al Ministerio del Interior, dirigido entonces por Jorge Fernández Díaz. La Policía repintó el vehículo y lo adaptó a sus necesidades, quitando todo aquel elemento armamentístico y creando así un tipo de herramienta de la que no disponía el cuerpo español hasta entonces pero que sí usaban otras policías del mundo.
Su función, lejos de lo que se ha dicho hasta ahora, no es otra que la de ayudar a los agentes a retirar barricadas instaladas por los manifestantes. La pala que en la readaptación del vehículo se instaló en la parte frontal permite empujar los contenedores y otros elementos pesados que impidan el correcto desarrollo del dispositivo. En ningún caso, por eso, es para apartar a los ciudadanos que estén protestando.
Uso en las embajadas
Los BMR (Blindado Medio de Ruedas) se destinarán únicamente a la seguridad y vigilancia de las Embajadas con sede en Madrid. Los vehículos se situarán en lugares estratégicos frente a las fachadas de estos edificios, para garantizar el patrimonio y las personas que trabajan en los inmuebles diplomáticos. Su tamaño y forma, apuntan fuentes cercanas al presidente, «imponen». Lo que los hace perfectos para este tipo de funciones que, además, permitirá liberar a vehículos policiales logotipados que podrán prestar servicio a la seguridad ciudadana.