Sánchez improvisa 3 mítines al detectar sus trackings una caída por la imputación de Begoña Gómez
La imputación de Begoña Gómez está hundiendo al PSOE a nivel electoral desde el pasado martes
Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, es un lastre para el PSOE. Tanto, que tras levantarse el secreto del sumario de la investigación judicial que pesa sobre ella, el pasado martes, los problemas legales de la mujer del presidente se han reflejado rápidamente en los trackings internos con los que la dirección del partido reorganiza a diario la campaña de Teresa Ribera. Del éxtasis del lunes, cuando Sánchez celebraba la movilización de su electorado, gracias a la manifestación del PP en Puerta de Alcalá, a una fuga de votos hacia Sumar y Podemos que le ha obligado a él a redoblar sus esfuerzos con mítines improvisados.
Si al inicio de campaña su intención, según se anunció, era la de celebrar un máximo de cinco mítines por toda España, entre este jueves y este lunes celebra tres nuevos actos que no figuraban en su agenda -en Baracaldo, Murcia y Gijón-. Tres mitines se ha sacado de la manga el PSOE para remontar unos sondeos que les vuelven a situar con entre siete y ocho escaños por debajo del Partido Popular. Una pérdida de apoyos que preocupa en Moncloa y en Ferraz, ya que les dejaría prácticamente sin opciones de colocar a Teresa Ribera en algún cargo importante.
Sánchez, que afronta esta campaña electoral presentándose como el único dique para el avance de la derecha y la extrema derecha en Europa, ha multiplicado su presencia en el ecuador para contrarrestar las noticias negativas de Begoña Gómez. Esa estrategia es lo único, según fuentes socialistas, que les está permitiendo movilizar a su electorado y a un parte de los votantes moderados que no asumen los postulados de Vox.
Lograr un buen resultado mediante este mensaje, además, es clave para que el PSOE siga siendo fuerte en la familia socialdemócrata europea. Actualmente, los socialistas españoles tienen la presidencia del grupo, en manos de Iratxe García -número 2 de Ribera- y Sánchez es uno de los jefes de Estado y de Gobierno más respetados e influyentes en el marco del Consejo Europeo y la Comisión Europea. Y todo eso puede cambiar en función de los resultados electorales.
Este retroceso en los sondeos, en un momento en el que Moncloa y Ferraz soñaban incluso con el sorpaso al PP de Dolors Montserrat, puede complicarle mucho las cosas al presidente tras los comicios del 9 de junio. Tanto a nivel comunitario, con el reparto de cargos, como a nivel interno, con una posible debilitación ante sus socios independentistas. Por ahora nadie quiere hablar de unas elecciones anticipadas. Aunque sí reconocen en el entorno del presidente que esta puede ser una salida en función de como vayan las cosas.
Cambio en cuestión de horas
El lunes, en la reunión de la Ejecutiva del PSOE, Pedro Sánchez «estaba eufórico, pletórico» con los trackings que recibía el partido. Teresa Ribera se estaba acercando cada vez más a Dolors Montserrat. Y en Ferraz 70 incluso no descartaban ganarlas elecciones.
Pero un giro en la situación procesal de su esposa, de Begoña Gómez, lo cambió todo horas más tarde. El martes, cuando el juez Juan Carlos Peinado levantó el secreto de sumario del caso Begoña Gómez, se conoció que el presidente había mentido. Que supuestamente conocía la imputación de su mujer cuando escribió la carta de la reflexión fake, y que lo escondió durante 36 días.
Ese cambio de guion, el hecho de que las sospechas sobre su esposa se hayan convertido en una realidad, y que la investigación judicial no pueda taparse con lo de un montaje de la ultraderecha, ha supuesto un punto de inflexión en la campaña.
Si la victimización de los cinco días impulsó al PSOE, facilitando un buen resultado para Salvador Illa en Cataluña y un relanzamiento de Teresa Ribera, la confirmación de la comisión de dos supuestos delitos por parte de Begoña Gómez ha provocado todo lo contrario. Y las alarmas se han encendido a todos los niveles.
Preocupación en Murcia
La Región de Murcia es uno de los lugares que más preocupan a los socialistas. El PP, que dirige el presidente regional Fernando López Miras, supera en los sondeos el 40% de la intención de voto. El PSOE, por su parte, se queda prácticamente a la mitad, algo más de un 20%. Pero el dato que más preocupa no es ese -aunque pierden un 10% respecto a 2019-.
El problema, según fuentes socialistas, llega cuando Vox se acerca en Murcia al PSOE a apenas dos puntos de diferencia. Por lo que la posibilidad de que un sorpaso de los de Santiago Abascal a los de Pedro Sánchez, relegando a los socialistas a la tercera posición tras el PP y Vox, es un escenario muy posible. Y que «sería catastrófico», explican, además de «demostrar la campaña fallida».