Sánchez destina 91 millones de euros a poner a punto su flota de Falcon y Airbus
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El Gobierno de Pedro Sánchez ha licitado un acuerdo marco para el mantenimiento de la flota de aviones al servicio del presidente y sus ministros. Los cinco Falcon 900 y los dos Airbus A310 tendrán a su disposición una línea de crédito de 91 millones de euros para reparaciones y revisiones en hangar y a pie de pista. El objetivo es que la flota esté lista y disponible para el Gobierno las 24 horas del día, después de que el Ejecutivo socialista propusiese acabar con los vuelos cortos por contaminantes.
La Dirección de Adquisiciones del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire (MALOG) es el departamento que firma la licitación, que alcanza un precio de 64,5 millones de euros sin impuestos, que se va hasta los 91,4 millones al añadirle el IVA correspondiente. El contrato prevé el suministro del servicio durante 48 meses, es decir, cuatro años completos hasta 2025.
El contrato está asociado a la categoría de contratación pública correspondiente a «servicios de reparación y mantenimiento de aeronaves militares», destinado para la «flota aviones VIP». La empresa que hasta ahora mantenía esta flota de aviones es Gestair Maintenance, que cuenta con hangares privados en los aeropuertos de Barajas, El Prat y Mallorca.
Con esos 91.4 millones de euros, el Gobierno se asegura el mantenimiento y la reparación de las aeronaves que tanto el presidente como los ministros utilizan habitualmente como medio de transporte, tanto a corta como a media o larga distancia. Esta misma semana, Sánchez utilizó un Airbus A310 para trasladarse hasta el Báltico para su gira por Letonia, Lituania y Estonia.
La firma que se adjudique el contrato se compromete a realizar las revisiones anuales que corresponden a los Falcon 900 de aquí hasta 2025. En el caso de los dos Airbus A310, con un tamaño mucho mayor y reservados para vuelos largos, las revisiones a fondo son semestrales.
Falcon disponible 24/7
Además, la empresa se hará cargo del llamado mantenimiento en ‘rampa’, es decir, en pista, con revisiones prevuelo, postvuelo, diaria y semanal, así como «el diagnóstico y la corrección de averías», tal y como estipula el contrato. El horario habitual del contrato cubre, a doble turno, desde las 8 hasta las 24 horas. Pero los pliegos especifican que también se requerirá servicio de guardia a cualquier hora cuando el presidente o sus ministros lo necesiten de noche.
Las actividades de sostenimiento incluyen, según los pliegos técnicos del expediente ‘202153A1’ del Ejército del Aire que ha consultado OKDIARIO, «el mantenimiento de célula, motores, sistemas, equipos y componentes», así como «la incorporación de modificaciones en los aviones, la adquisición de materiales y los servicios de ingeniería necesarios con el fin de asegurar la disponibilidad operativa requerida» para estos aviones.
La flota de aeronaves cuenta con unos 30 años de antigüedad y una buena cantidad de horas de vuelo acumuladas, lo que encarece considerablemente su mantenimiento. Los cinco Falcon y los dos Airbus fueron fabricados entre 1988 y 1991, y su adquisición se produjo durante el Gobierno de Felipe González.
Pese a que aún tienen vida útil por delante, la flota ha provocado algunos quebraderos de cabeza por averías. El pasado verano, por ejemplo, el Falcon dejó tirada en Vigo a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Moncloa y Defensa tienen sobre la mesa un plan para su renovación por modelos más modernos y eficientes. Un plan que desempolvó el presidente cuando llegó al poder, pero que aún no ha ejecutado. Quienes trabajan con estos aviones sospechan que si no ha recibido luz verde ese ‘plan renove’ es por el coste político que supondría la compra de nuevos jets para su uso presidencial.
«Especiales circunstancias»
Por otra parte, el Ejército se reserva el derecho a sustituir a los operarios y mecánicos que formen parte de ese equipo que trabaja con los aviones en la base militar de Torrejón de Ardoz (la base de Getafe en el caso de los Airbus), alegando las «especiales circunstancias y consideración de los aviones objeto de este contrato».
El Ejército hace así referencia a la especial sensibilidad de estas aeronaves sin mencionar explícitamente el hecho de que sean el medio de transporte utilizado por las autoridades del Estado y la Casa Real.
Una flota al servicio de Sánchez
El uso discrecional del Falcon por parte de Pedro Sánchez ha generado innumerables polémicas. La primera de ellas, poco después de su llegada al Gobierno a través de la moción de censura a Mariano Rajoy en 2018, llegó después de que Sánchez y su mujer recurriesen al Falcon para viajar hasta Castellón para asistir al concierto de The Killers en el FIB de Benicasim. Una de las bandas favoritas del matrimonio.
También ha sido polémico el uso del Falcon por parte del presidente para acudir a actos de partido. Lo utilizó en campaña electoral, hasta que finalmente el PSOE decidió alquilarle una aeronave privada para eludir la polémica. Una solución que no contentó a Sánchez, como reveló OKDIARIO: el presidente llegó a comentar ante militares que el avión ‘low cost’ que le alquilaba el partido era demasiado pequeño e «incómodo» para él. La exigua cabina de aquel Cessna, de apenas 1,4 metros, no era suficiente para los 1,9 metros de estatura del presidente. En la siguiente campaña, el PSOE puso remedio a esas quejas alquilando una aeronave de mayores dimensiones y equipamiento de lujo.
Sin embargo, esa máxima de no utilizar el Falcon para actos relacionados con el partido no siempre se cumple. Hace diez días, Sánchez tomó el Falcon en Bruselas para acudir a Berlín a una reunión de líderes socialistas.
Moncloa: «El Falcon es imprescindible»
Otra de las polémicas que gira en torno al uso del Falcon por parte del presidente es la insistente resistencia del Portal de Transparencia a la hora de aportar datos relacionados con esa utilización. El Gobierno alega que se trata de cuestiones relacionadas con la seguridad nacional y deshecha prácticamente todas las peticiones de información.
De hecho, Moncloa considera que el uso del Falcon por parte del jefe del Gobierno es imprescindible, porque el presidente socialista «ejerce 24 horas al día y 7 días a la semana». Así contestó recientemente la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes, dependiente de Presidencia, a una pregunta parlamentaria escrita de Vox en el Congreso de los Diputados, según el texto al que tuvo acceso OKDIARIO.
También está en el foco de atención pública los generosos menús que se sirven a bordo de los Falcon, que incluyen todo tipo de viandas, incluidas carnes como el solomillo de ternera, cuyo consumo ha puesto en entredicho el propio Gobierno. Hasta la propuesta de prohibir vuelos cortos choca con el desmedido uso que el Ejecutivo le da al Falcon, como los cuatro vuelos de 4.800 kilómetros en apenas 48 horas que realizó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en plena ‘huida’ por su ‘caso máster’.