Sánchez agasaja a sus socios: impulsa con el PNV reconocer el País Vasco como «nación»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne este viernes en Vitoria con el nuevo lehendakari vasco, Imanol Pradales, para avanzar en un «pacto histórico» para culminar el llamado Estatuto de Gernika. El que abre la puerta a que se considere «nación» al País Vasco, aspiración y exigencia del PNV a Sánchez con la que el PSOE está dispuesto a agasajar a su socio parlamentario.

Justo cuando aparecen algunas críticas por parte del PNV a la gestión que Moncloa ha hecho del caso Begoña Gómez y a ese plan para amordazar medios críticos, Sánchez acude al País Vasco para cerrar grietas. Y el líder socialista no llega con las manos vacías.

Los nacionalistas vascos ya han hecho público lo que esperan de Sánchez en esta visita y en esta legislatura: un acuerdo para «culminar» el Estatuto de Gernika. El Estatuto de Autonomía del País Vasco de 1979 que tanto nacionalistas como abertzales buscan reformar para que se alcance el estatus de «nación» dentro del ordenamiento legal.

De esta forma, el PNV reabre en cierto modo la senda abierta por el denominado Plan Ibarretxe, que buscaba reformar el Estatuto de Gernika para incluir -entre otros asuntos- el término nación. El PSOE votó en contra en el Congreso por aquel entonces.

«Histórica»

Según consideran en el entorno del PNV, la imagen de Pradales recibiendo a Sánchez en la entrada del palacio de Ajuria Enea será histórica, ya que solo en dos ocasiones anteriores un presidente del Gobierno de España ha visitado el palacio presidencial de la capital alavesa para reunirse con un Lehendakari.

Adolfo Suárez lo hizo en la época de Carlos Garaikoetxea, y José Luis Rodríguez Zapatero cuando gobernó Patxi López. No es la primera vez, sin embargo, que Pedro Sánchez pisa Ajuria Enea, ya que Iñigo Urkullu le recibió en julio de 2015 como secretario general del PSOE, antes de acceder a la Moncloa y antes de que PNV y PSE-EE gobernaran en coalición en Euskadi.

La visita oficial de Sánchez a Pradales de este viernes culmina la agenda del sucesor de Iñigo Urkullu en su primer mes de mandato. Desde el pasado 11 de julio, han desfilado por el Palacio de Ajuria Enea representantes institucionales vascos, líderes de diferentes partidos políticos -salvo Vox-, agentes económicos, sociales y académicos, y hasta el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.

Sánchez realiza esta visita oficial a Vitoria apenas dos días después de haberse reunido en Barcelona con el president de la Generalitat, Pere Aragonés, de ERC, partido que también es apoyo del Gobierno del PSOE, y que ahora es necesario para lograr la investidura de Salvador Illa.

Expulsar a Policía y Guardia Civil

La visita se produce sólo dos días después de que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, haya firmado la expulsión de la Policía Nacional y de la Guardia Civil de los puertos y aeropuertos del País Vasco, cuyas funciones y competencias pasarán a manos de la Ertzaintza. Así se ha acordado esta semana en la Junta de Seguridad celebrada en Madrid que ha sido presidida por Marlaska y por el consejero de Seguridad del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria. Las dos partes han avanzado en seguir desarrollando las competencias de la Ertzaintza en los puertos y aeropuertos del País Vasco.

La policía autonómica vasca ejercerá las funciones de protección de las personas y bienes en el mantenimiento del orden público en todo el territorio, función que ya venían cumpliendo la Policía Nacional y la Guardia Civil en la región. Policías y guardias civiles, por el momento, seguirán ejerciendo las competencias en extranjería y control de fronteras, así como contrabando y fraude fiscal. De esta forma el Gobierno de Pedro Sánchez se pliega a una de las exigencias planteadas por sus socios separatistas como el PNV y Bildu. Se trata de algo similar que ya ocurrió en Navarra con Tráfico.

Fernando Grande-Marlaska ha explicado que este acuerdo alcanzado con el Gobierno vasco para aumentar las competencias de la Ertzaintza es de aplicación «inmediata». Bingen Zupiria ha sostenido que los puertos y aeropuertos de la región contarán con un punto permanente de coordinación operativa e intercambio de información entre las unidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de la Ertzaintza.

El ministro del Interior asegura que el pacto establece que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantendrán, por el momento, las funciones que ya asumen en la actualidad y que son responsabilidad «exclusiva» del Estado. Además, sostiene que no afectará a las plantillas de Policía y Guardia Civil en el País Vasco, ya que «se va a mantener mismo número» de agentes allí desplegados.

«La Policía Nacional y la Guardia Civil seguirán ocupándose de la custodia policial de puertos y aeropuertos en el País Vasco y asumiendo en su totalidad las funciones vinculadas a la lucha contra el contrabando y el fraude fiscal, la extranjería y al control de fronteras», resaltó esta semana Fernando Grande-Marlaska. «Los puertos y aeropuertos forman parte del territorio vasco», apostillaron el ministro del Interior y Bingen Zupiria, remitiéndose a la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre esta cuestión y, de esta forma, justificar que la Ertzaintza expanda sus competencias al interior de estas instalaciones públicas.