Robles avisa a la cúpula militar que el presupuesto de Defensa sufrirá por las presiones de Iglesias
Se avecinan tiempos difíciles para los militares españoles. La financiación de las Fuerzas Armadas depende de los futuros Presupuestos Generales del Estado, que el PSOE acaba de comenzar a negociar con Podemos. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ya ha dejado entrever a la cúpula militar que la posición de los de Pablo Iglesias sobre la inversión en materia militar complica que se mantenga el nivel de gasto.
Podemos plantea en su negociación con el PSOE darle un ‘hachazo’ al gasto militar en los futuros Presupuestos. No es ningún secreto que la formación del vicepresidente del Gobierno lleva años reclamando un recorte de la financiación pública en materia de Defensa para destinarlo a otras partidas sociales. Sin embargo, es la primera vez que la posición de Podemos es clave en las negociaciones.
En el Estado Mayor de la Defensa, el máximo órgano de mando de las Fuerzas Armadas, se sigue con especial atención estas negociaciones ya que de su resultado dependen en gran parte los planes de futuro de los militares españoles: su organización, su personal, sus misiones y sus programas de material. Y según ha podido saber OKDIARIO, las previsiones que les han llegado desde el Ministerio de Defensa no son nada halagueñas.
Ha sido, dicen estas fuentes, la propia titular de Defensa, Margarita Robles, quien ya ha adelantado recientemente a la cúpula de las Fuerzas Armadas que los futuros ejercicios no serán nada fáciles en lo económico. No sólo por el escenario presupuestario que dibuja la crisis del coronavirus y la entrada de España en fase de recesión económica, sino también por la posición de partida de Podemos en la negociación con el PSOE.
Podemos se enroca
Podemos llegó al Gobierno con la intención de meter la tijera en el gasto militar. Pero su posición, lejos de suavizarse, se ha enraizado aún más por la crisis del coronavirus. Desde la formación morada, cuentan, se insiste de base en que el esfuerzo de gasto debe ir encaminado a cubrir partidas sociales: Sanidad, Educación, Ingreso Mínimo Vital… y ese importe debe salir de partidas que en el partido de Iglesias consideran «prescindibles».
A día de hoy, explican fuentes militares bien posicionadas, no hay prácticamente ninguna expectativa entre la cúpula de las Fuerzas Armadas de que el gasto militar pueda aumentar en futuros ejercicios. Y muy pocas de que incluso se mantenga en el mismo nivel actual. Las cuentas de Defensa van a sufrir por las presiones de los de Iglesias, y el esfuerzo de la negociación, ha trasladado Robles, pasa por minimizar esa caída lo máximo posible.
Fricciones Iglesias-Robles
El balance de las cuentas de Defensa se enfrenta a grandes retos en el próximo ejercicio. Por una parte, deberán hacer frente a un agujero imprevisto de 400 millones de euros, que es lo que se estima que ha costado sus despliegues de la ‘Operación Balmis’ durante la crisis del coronavirus. Por otra parte, ya están consignados para los futuros ejercicios los pagos del programa ‘Dragón’, la adquisición por 2.100 millones de euros de vehículos blindados para el transporte de tropas.
Esta última compra ya ha provocado algunas fricciones entre la titular de Defensa y el vicepresidente Iglesias, que alegó en plena pandemia que «nadie piense que la prioridad es gastar 2.000 millones en tanques». Sin embargo, Robles desautorizó estas palabras achacándolas al «desconocimiento» de Iglesias en la materia. El contrato de construcción fue finalmente firmado el pasado 25 de agosto.
Un negociador antimilitarista
La negociación por los Presupuestos apenas acaba de comenzar, pero las intenciones de Podemos son claras. De hecho, no pasa desapercibido el hecho de que el elegido por Iglesias, el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, es un reconocido antimilitarista.
Álvarez, que ha venido defendiendo en los últimas campañas electorales de Podemos una subida de la carga fiscal por 40.000 millones de euros, ha admitido en algunas entrevistas que el Estado debe eludir cualquier tipo de recorte social mediante la disminución del gasto militar.
Trump y la OTAN
Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está entre la espada y la pared. Entre el presidente estadounidense Donald Trump e Iglesias. El primero le pide que aumente el gasto militar. El segundo se muestra reticente a aumentar un sólo euro del presupuesto actual.
En esas primeras sesiones de negociación entre los socios de Gobierno han comenzado a surgir fricciones respecto al asunto del gasto militar. El equipo de Sánchez insiste a los de Iglesias que el gasto en Defensa es una cuestión «de Estado» que se escapa al margen de acción del Gobierno. Que el asunto viene marcado por la agenda de la OTAN y que no supeditarse a ello supondría un grave conflicto con los socios de la Alianza. Especialmente con Estados Unidos.
Desde hace años, la Alianza Atlántica viene insistiendo intensamente en la necesidad de que España aumente su gasto militar hasta el 2% del Producto Interior Bruto. Una meta con la que se comprometió el Gobierno español en la cumbre de la OTAN de 2014 y que, hasta el momento, no sólo no se ha cumplido sino que el gasto continúa retrocediendo: con un nivel de gasto actual del 0,9%, España sólo supera a Luxemburgo, un país con 600.000 habitantes y sin ejército propiamente dicho.
27% menos en inversiones
Los recortes en Denfesa, en la práctica, ya han comenzado. Según ha publicado OKDIARIO, los datos de ejecución presupuestaria de junio, último mes publicado por Hacienda, Sánchez ha reducido en un 27% las inversiones en Defensa respecto al primer semestre de 2017.
Mientras el Ejército se sumaba a las tareas de ayuda para paliar los efectos del coronavirus en lo peor de la pandemia, levantando hospitales de campaña y desinfectando residencias de ancianos y otros lugares a través de la UME, el Gobierno reducía sus inversiones en el sector hasta los 547 millones de euros. En 2019, las inversiones a cierre de junio fueron de 749 millones. La caída es del 27%.
En cambio, el Gobierno ha mejorado en el semestre las inversiones en el sector civil un 15%, hasta casi 1.000 millones de euros, principalmente por el Ministerio de Fomento, que incrementa su gasto en el periodo en un 17,8% -hasta los 662 millones-.