Rivera calla ante el giro de Arrimadas en busca del «voto huérfano de la antigua Convergència»
“El único escenario en el que podría participar en un referéndum es en uno absolutamente legal y que tuviera validez”. Estas son las palabras de Inés Arrimadas que han hecho sonar todas las alarmas en cuanto a un giro en la política de Ciudadanos al respecto de Cataluña. Aunque Arrimadas ha sido muy cuestionada tras estas declaraciones, no solo por políticos del Partido Popular sino de su propia formación, tal como informó OKDIARIO, lo cierto es que su presidente, Albert Rivera, ha preferido mantener un discreto silencio sin hacer mención alguna al respecto.
Según ha sabido OKDIARIO este «giro» iniciado por la líder de la oposición en el Parlament de Cataluña, responde a una nueva estrategia avalada por la dirección del partido. Según fuentes de la formación naranja, lo que pretenden es sumar el voto de los votantes de la antigua Convergència. «Es una manera -aseguran- de sumar el voto del nacionalismo moderado, de los que no son independentistas».
El propio Albert Rivera reconocía estos días que debía producirse un cambio en las políticas del Gobierno en relación con Cataluña porque, a su entender, de mantenerse la misma postura va a ser muy complicado que las cosas puedan cambiar. El líder de Ciudadanos también ha lamentado la necesidad de una nueva financiación, nuevas infraestructuras y más inversión.
Lo cierto es que tras las declaraciones de Inés Arrimadas, los populares han exigido a Rivera que aclare la postura de su partido, algo que hasta la fecha no ha ocurrido. Mientras tanto, la líder del partido naranja en Cataluña ha señalado a Xavier García Albiol como el responsable de esta campaña que «solo busca arañar cuatro votos».
Desencuentros en Ciudadanos
Tal como informó este diario, no todos los miembros de la dirección nacional de C´s está de acuerdo con esta postura. Juan Carlos Girauta, portavoz del grupo parlamentario muy crítico siempre con las políticas catalanas independentistas, ha instado a la dirección de su formación ha marcar con contundencia los límites frente a la independencia.
No es la primera vez que la líder de Ciudadanos en Cataluña genera controversia por sus actos y manifestaciones respecto a la cuestión catalana. Hace apenas un mes, la polémica quedó servida con su asistencia a un acto de la Confederación Empresarial Comarcal de Terrasa (CECOT), una organización empresarial de corte independentista. En el evento estaban presentes Puigdemont y la presidenta del Parlament catalán, Carme Forcadell, a quien el auditorio dedicó una cerrada ovación que se interpretó como respaldo ante la querella de la Fiscalía por delitos de delitos de desobediencia y prevaricación.
En los últimos tiempos, Arrimadas ha insistido al Gobierno en la urgencia de poner en marcha una activa política de diálogo con la Generalitat, más allá de gestos como el nombramiento de un nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. Es público que la líder de la oposición catalana acostumbra a ser muy crítica con las políticas del Partido Popular, a quien acusa con frecuencia de “inmovilismo” y de ausencia de una intención real de desencallar el problema con los independentistas, una postura que genera rechazo en filas populares.