Las residencias de mayores llevaban tres semanas pidiendo protocolos a Sanidad sin respuesta
Las residencias de ancianos se han convertido en el foco más dramático de la epidemia de coronavirus que golpea nuestro país. Los mayores son, sin duda, la población más vulnerable de la pandemia. Se sabe ahora y se sabía ya desde que se conocieron los contagios en China. Pese a ello, Sanidad renunció a aplicar medidas específicas para proteger estos centros. Las residencias, anticipándose a lo peor, llevaban hasta tres semanas reclamando protocolos detallados para hacer frente a un virus que por entonces ya se hacía notar en nuestro país. Mientras, las autoridades sanitarias negaban riesgo de contagios y una emergencia sanitaria.
Este miércoles, con el virus descontrolado y numerosos fallecidos ya en las residencias de mayores, el Ministerio de Sanidad avanzó que está trabajando en un protocolo para reducir los riesgos de contagio entre este grupo, de especial vulnerabilidad. Los últimos casos conocidos ponen de manifiesto la necesidad de «proteger a los mayores», descubrió Fernando Simón, responsable de las alertas y emergencias del departamento.
En Madrid, la epidemia ha mostrado su peor cara en la residencia Monte Hermoso, donde 17 ancianos han muerto. Hay además más de 70 contagios, entre ellos personal y sanitarios. En Castilla y León se ha informado también de varios casos en una residencia de Soria, con un fallecido confirmado y al menos seis infectados. En Vitoria, 45 residentes en otro centro han dado positivo, con 8 muertes. En Extremadura, dos personas han fallecido. En la Comunidad Valenciana hay contabilizados 70 positivos y tres muertes en el centro de mayores de Santa Elena de Torrent, en Valencia, y otro foco declarado en Alcoy…
La epidemia de coronavirus tiene un «impacto muy importante» en el grupo de los mayores, «y más si están concentrados en un punto concreto», ha admitido Simón, reconociendo también que «tanto letalidad como la incidencia en mayores de 80 años es muy, muy superior al resto de la población».
Pese a ello, desde el inicio de la crisis, la inacción ha sido constante. Semanas atrás, y como pudo saber este periódico, fueron los propios centros los que tomaron la iniciativa dirigiéndose al ministerio para reclamar protocolos para residencias, teleasistencia y ayuda a domicilio, a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas, sin que constase respuesta ni medidas específicas.
Más pruebas
A principios de esta semana, sin ir más lejos, el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), como informó OKDIARIO, volvió a reclamar a Sanidad una reunión urgente.
Exigen al Ejecutivo el reconocimiento público y normativo de trabajo del sector, equiparándolos al nivel 1 en la gestión de la crisis del coronavirus, en cuanto a la provisión de material -mascarillas, guantes o pañales- para «garantizar la seguridad de trabajadores y usuarios».
«La única estrategia clara para superar esta situación de extrema alerta sanitaria es la coordinación y por ello pedimos que se respete y se visibilice al sector que atiende a los más vulnerables de este país», dicen desde la organización.
Asimismo, reclaman un decreto o normativa de flexibilización de personal y tareas para dar respuesta a la situación actual y que puede producirse en los próximos días y semanas y una prueba diagnóstica para todos los usuarios y profesionales «especialmente cuando muestren síntomas o cuando un usuario vuelva del hospital por un problema médico ajeno al coronavirus».
«En el caso de tener que ofrecer atención domiciliaria hospitalaria, que se ofrezcan los recursos necesarios y si no hay posibilidad de atender correctamente en la residencia, sea tratado en un hospital o en su domicilio con los apoyos necesarios», añaden.
Advierten asimismo de que «las empresas no disponen de material de protección para dar a los trabajadores que se desplazan hasta cada hogar». «Las empresas de atención domiciliaria se sienten totalmente desatendidas. Si no disponen del material los trabajadores no querrán acudir», avisan. Así, han reclamado a Sanidad que «contemple la posibilidad de que personal sin titulación pueda trabajar en los centros».
«Una catástrofe incalculable»
Señalan, por ejemplo, que «cuando a una trabajadora se le detecta alguna infección respiratoria, inmediatamente se le indica que lleve a cabo aislamiento durante 14 días, sin hacerle la prueba, lo que le obliga a dejar de trabajar. Si se le hiciera, como pasa con el personal sanitario, y se
descartara el coronavirus podría volver a trabajar de inmediato».
También apuntan a que «en las residencias hay un número elevado de
personas vulnerables y sus recursos limitados». «Si debemos aislar a todas las personas con síntomas pero sin que tengan confirmada la enfermedad, estaremos complicando de manera importante el funcionamiento de la misma ya que las medidas a tomar serán, de manera preventiva, muy importantes», añaden.
Por el momento, Sanidad no se ha dirigido a ellos. El sector de las residencias de personas mayores atiende a más de 380.000 personas cada día entre los aproximadamente 5.500 centros existentes en toda España.
Ante la falta de respuestas, los propios centros han tomado la iniciativa en este tiempo para tratar de evitar lo máximo posible los contagios por coronavirus. «Actualmente somos la única barrera capaz de contener el colapso inmediato del sistema sanitario», señalan desde CEAPs. Sin embargo, avisan que «si no se produce una respuesta responsable por parte del Estado en las próximas horas, estaremos abocados a una catástrofe incalculable».
»A nadie se le escapa que la profesionalidad del personal sanitario va unida, al mismo tiempo, a una gran valentía porque son las personas más expuestas a un posible contagio. La gente eso lo sabe y lo reconoce merecidamente. Sin embargo, no podemos olvidar la enorme tarea de otros colectivos que también están trabajando para atender a los más vulnerables ante esta nueva enfermedad. Hablo de las trabajadoras y los trabajadores del ámbito de servicios sociales que estas semanas están cuidando a las personas dependientes: mayores, infancia, discapacidad, salud mental, entre otros”, explica Cinta Pascual, presidenta de CEAPs.
«No es justo que no se les aplauda. Se lo merecen tanto como los otros porque hacen un gran esfuerzo y se exponen también a un posible contagio. En estos momentos necesitan sentir el calor de la ciudadanía, un reconocimiento que los impulse a seguir dando lo mejor de ellos ante una situación tan grave como la que nos encontramos», añade.