Rajoy dice que es «prioritario» un acuerdo entre PP y PSOE en los «asuntos clave» de España

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Mariano Rajoy ha roto una lanza por un acuerdo en los «asuntos clave» de España entre PP y PSOE que ha calificado como «prioritario», haciendo una defensa del «centrismo» y de las «reformas» que necesita España, eso sí, pidiendo que «no se deroguen» las impulsada por los populares y que han funcionado en el plano económico.

Ha lanzado estos mensajes durante la presentación de su libro y junto al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, al que ha definido como «un estadista», y hacia quien se ha deshecho en elogios, definiéndole como «uno de los buenos políticos» que hay En España.

Rajoy ha repasado los contenidos de su libro y ha recordado que, en su etapa de presidente, España vivió «la peor crisis desde tiempos inmemoriales», antes de reivindicar sus reformas -como la laboral y la de pensiones- y decisiones para combatir «desequilibrios» como el déficit público.

«Había la sensación generalizada de que un futuro mejor no era posible y a historia reciente ha demostrado que la sociedad española supo darle la vuelta», ha esgrimido, antes de remarcar que, si algo ha aprendido al frente del Ejecutivo, es que «controlar las cuentas públicas es fundamental para cualquier país que quiera» garantizar «su bienestar».

«Las administraciones públicas no pueden gastar lo que no tienen», ha sentenciado, antes de añadir que España «necesita reformas» y que «no se deroguen» las de carácter económico, impulsadas por el PP durante su etapa al frente del Ejecutivo central y «que han funcionado».

«Ganar crédito cuesta mucho, pero se pierde rápidamente», ha advertido, antes de remarcar que, desde la moción de censura que le expulsó de La Moncloa, «no se hizo nada»: ni presupuestos ni reformas ni otras medidas de calado para el país.

En su discurso, Rajoy también ha detallado cuál es el perfil que debe tener un gobernante bajo su punto de vista: «debe tener convicciones, pero su primera obligación es saber en qué terreno se mueve, no ser frívolo y no tomar decisiones haciendo caso omiso de la realidad». «Y no ser doctrinario», ha añadido, convencido de que esto es «peor» que ser «frívolo».

«Porque al frívolo se le puede convencer», ha argumentado y ha defendido las decisiones que adoptó al llegar al Gobierno, aunque no formasen parte «de su programa electoral», como subir impuestos. «No me arrepiento», ha dicho, convencido de que un gobernante «debe tener convicciones, pero atender a la realidad y no pensar que son válidas siempre en todo momento y en todo lugar».

También ha defendido que un gobernante debe «preservar su independencia, escuchar al que sabe y decidir pensando en el interés general». No en vano, se ha mostrado convencido de que «lo único que reconforta de verdad es hacer lo que debes hacer y es bueno para el interés general».

Defensor de los «grandes consensos», ha ejemplificado con la lucha contra el terrorismo o la defensa contra la unidad de España, así como con la aplicación del 155.

Y ha finalizado su intervención, en la que ha reivindicado al PP como un partido de centro que «huye de cualquier radicalismo», con la que, a su modo de ver, es «la conclusión más importante del libro». «La nación española tiene instrumentos para defenderse cuando es atacada. Eso es muy importante que se sepa. Tiene instrumentos para defenderse y eso debe tranquilizarnos», ha zanjado.

 

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