Los inmigrantes llegados en patera a Cabrera son los que llaman al 112 para que les vayan a rescatar
Es un procedimiento "habitual" según la Asociación Unificada de Guardias Civiles
El último caso se produjo este pasado lunes desde Cabrera con los inmigrantes en tierra
La AUGC acusa de Salvamento Marítimo de atender más tarde las llamadas sin las hacen desde la patera


Cabrera es la isla del archipiélago balear que recibe más inmigrantes ilegales desde que explotó la ruta argelina. Es la única isla deshabitada y sin tráfico regular de embarcaciones para salir de ella. Es por eso que cuando una patera cargada de ilegales llega a Cabrera sin ser ni avistada ni interceptada, son ellos mismos los que llaman al 112 para que les vayan a buscar. Así lo admite un comunicado de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Baleares que tiene como objeto denunciar que los inmigrantes tienen que esperar más tiempo «cuando son ellos los que llaman al 112». El escrito de la AUGC afirma que esta práctica «no es puntual, sino habitual».
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Baleares ha acusado a los responsables del Centro Coordinador de Salvamento Marítimo de someter a los migrantes que llegan en patera a las costas del archipiélago a «esperas inhumanas» antes de ser rescatados.
En un comunicado, la asociación profesional también ha cargado contra el «doble rasero» con el que actúa Salvamento Marítimo, dado que «incumple sistemáticamente» su compromiso de actuar inmediatamente cuando la llamada de emergencia la realizan inmigrantes pero no cuando hay otras personas afectadas.
«Se está aplicando un criterio desigual y potencialmente discriminatorio, que en muchos casos roza el racismo, en función del origen o la condición de quien pide ayuda. No se puede tolerar que se dé prioridad a turistas sobre seres humanos en peligro simplemente por su nacionalidad o apariencia», han sostenido los guardias civiles.
La AUGC ha puesto como ejemplo de ello una situación ocurrida este mismo lunes, cuando sobre las 16.30 horas una patera con 14 migrantes tocó tierra en Cabrera. A pesar de haberse confirmado su llegada mediante el sistema SIVE y varias llamadas al 112 realizadas por los propios migrantes, Salvamento Marítimo no acudió hasta las 23:30 horas, más de siete horas después.
Durante este tiempo, siempre según la versión de la asociación profesional, los migrantes quedaron desatendidos «en condiciones extremas de cansancio, sed, hambre y desesperación». Dos de ellos llegaron a vomitar y a requerir atención sanitaria, y otros protagonizaron enfrentamientos por la tensión acumulada.
Cuando finalmente llegó Salvamento Marítimo, ha proseguido la AUGC, llegaron tres pateras más y, con solo dos agentes en servicio y una embarcación, tuvieron que acudir de inmediato a interceptarlas, dejando a un solo guardia civil y a tres militares custodiando a los 14 migrantes que ya estaban en tierra hasta las 03:00 horas, cuando regresaron.
Esta situación de «abandono y riesgo», han alertado los agentes, «no es puntual sino habitual y afecta tanto a los inmigrantes como a los propios agentes, que se ven expuestos a jornadas inhumanas de más de 24 horas sin el respaldo necesario».
Mientras tanto, siempre según su versión, en Formentera había ese día tres medios marítimos «infrautilizados» pese a que Cabrera es el principal lugar de llegada de embarcaciones de migrantes.
Esta situación contrasta con la sucedida la semana pasada cuando una llamada de un velero fondeado en Cabrera motivó la «intervención rápida» del helicóptero de Salvamento Marítimo sin que ni siquiera se informara a los agentes que hay desplegados en la zona.
«Sin embargo, cuando los que llaman son inmigrantes, muchos de ellos en situación desesperada, se exige a la Guardia Civil que confirme presencialmente la emergencia antes de movilizar recursos. Esta práctica, además de suponer una peligrosa pérdida de tiempo, incurre en lo que podría calificarse de denegación de auxilio», ha considerado la AUGC.
Los guardias civiles han descargado de culpa a los tripulantes de las Salvamar y Guardamar, quienes «cumplen con su labor con responsabilidad y eficacia» y acuden a las emergencias cuando son activados, y han señalado a las decisiones que se toman desde el Centro Coordinador de Salvamento Marítimo.
A ellos han acusado de «demorar o directamente negar» la activación de efectivos de rescate pese a contra con llamadas de emergencia al 112 y datos confirmados por el sistema SIVE, «sometiendo a los inmigrantes a esperas inhumanas y a los agentes a situaciones de riesgo inaceptables».
«¿Qué pasaría si cada vez que se llama a una ambulancia, si el que llama es inmigrante, en vez de enviarse directamente se enviara primero a verificar a la Guardia Civil? El escándalo sería mayúsculo. Se hablaría sin dudarlo de racismo institucional», han sostenido desde la asociación profesional.
Por todo ello han exigido el cumplimiento del compromiso asumido por Salvamento Marítimo de intervenir ante cualquier llamada del 112 «sin excepciones ni demoras», la dotación de medios humanos y materiales suficientes para el control y rescate de pateras en Baleares y la puesta en marcha de un protocolo único y equitativo de actuación «que no discrimine a quienes piden ayuda según su nacionalidad o situación administrativa».
También que se asuman responsabilidades políticas y operativas por parte de quienes, «por acción u omisión están comprometiendo la vida de personas y exponiendo a los agentes a situaciones de alto riesgo».