Un pavoroso incendio en un edificio de seis plantas obliga a desalojar a 60 vecinos en Mallorca
El fuego se originó en torno a las 7:15 horas en un aparcamiento subterráneo de Sa Coma, en Sant Llorenç des Cardassar

El domingo ha comenzado con escenas de auténtica tensión en Sa Coma, en el municipio de Sant Llorenç des Cardassar, donde un violento incendio ha convertido una tranquila urbanización en un escenario de emergencia total. El fuego, originado en un aparcamiento subterráneo, ha obligado a movilizar a numerosos efectivos de los equipos de emergencia.
Las llamas se iniciaron poco después de las 7:15 de la mañana en el garaje de un complejo residencial situado en la calle Ficus, un edificio de seis plantas dividido en varios bloques. En cuestión de minutos, una densa nube de humo comenzó a propagarse por las escaleras comunitarias, atrapando a numerosos vecinos en el interior.
Hasta el lugar se desplazaron dotaciones de Bombers de Mallorca procedentes de los parques de Alcúdia, Manacor y Artà, que trabajaron intensamente en la extinción del fuego, la ventilación del edificio y el control del humo. Según información oficial, el incendio se habría iniciado en un vehículo estacionado en el aparcamiento, aunque las causas exactas aún están bajo investigación.
La situación obligó a desalojar preventivamente a unas 60 personas, mientras que otros residentes tuvieron que permanecer confinados en sus viviendas por seguridad. En paralelo, el SAMU 061 desplegó un amplio dispositivo sanitario, con ambulancias medicalizadas, vehículos de mando y una tienda de campaña para atender a los afectados.
El balance provisional es preocupante: al menos 22 personas han sido atendidas por inhalación de humo, entre ellas cinco policías locales, además de bomberos que resultaron intoxicados durante las labores de rescate. Aunque la mayoría presenta síntomas leves, varios efectivos tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios.
Agentes del la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para esclarecer el origen exacto del incendio. Mientras tanto, el fuego ya se encuentra controlado, pero el susto y las consecuencias han dejado una profunda huella entre los vecinos, que vivieron momentos de auténtico pánico.
Una mañana que prometía tranquilidad terminó convirtiéndose en una carrera contrarreloj contra el humo y las llamas, recordando una vez más la rapidez con la que una emergencia puede desatar el caos.