El PSOE quiere cambiar la Constitución: «Es preocupante» que en ella quepa «el modelo educativo del PP»

PSOE
Luz Martínez Seijo, portavoz del PSOE en materia de Educación.

Como el Tribunal Constitucional avala la LOMCE, el PSOE decide que lo que está mal es la Constitución porque «también ampara el modelo educativo del PP», no sólo el socialista. Así cabe concluir de la reacción del partido de Pedro Sánchez a la inadmisión del recurso del PSOE la ley educativa del PP. Para los socialistas no son admisibles las subvenciones con dinero público a los colegios que segregan por sexo a sus alumnos y también otros aspectos de la norma, como que la Religión sea una alternativa obligatoria o la segregación de los alumnos en itinerarios académicos.

El pleno ha fallado por mayoría de ocho votos contra cuatro y ha desestimado en su totalidad el recurso que presentó el Grupo Parlamentario Socialista en marzo de 2014.

Así, el PSOE asegura que puede ser el momento «de abrir el melón de la Constitución, incluyendo también el artículo 27» en el que se recoge la libertad de enseñanza, después de que el Tribunal Constitucional (TC) haya desestimado el recurso interpuesto por los socialistas contra la Ley Orgánica la mejora de la calidad educativa (LOMCE).

«Es lo que podíamos prever», ha asegurado la portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, Luz Martínez Seijo, tras conocer la decisión del TC. A su juicio, lo «preocupante» ahora es que España «tiene una Constitución con un paraguas muy amplio» y que, a su juicio, no «da la seguridad que debería, en teoría, proporcionar al sistema educativo».

Para la diputada, la Carta Magna permite dos modelos educativos: «Uno centrado en los ideales más de la derecha y que permite la segregación por sexos, y lo contrario, que es lo que estaba en vigor antes de que entrara la LOMCE», ha advertido.

En su opinión, esta situación merece «una reflexión» acerca de una reforma constitucional que incluya este aspecto. Además, ha indicado que la votación del TC sobre este recurso —que ha contado con cuatro votos discrepantes y uno concurrente— demuestra que hay «discrepancias» en esta materia.

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