El PSOE plantea una legislatura de colaboración con Ayuso con el fin del ‘sanchismo’ en el horizonte

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, son personajes absolutamente antagónicos. Pero, curiosamente, no ocurre lo mismo con el líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato, el que, en teoría, debería ser rival directo de Ayuso, pero que, sin embargo, siempre se ha caracterizado por mantener un tono conciliador. Una actitud que va a mantener la recién estrenada legislatura, que arranca con el fin de la era sanchista en el horizonte, y en la que Lobato ha tendido la mano a la archienemiga de su jefe para, incluso, apoyar iniciativas suyas en la Asamblea de Madrid.

Aunque el Grupo Parlamentario Popular goza de una holgada mayoría absoluta en la Cámara autonómica con 70 escaños y no va a precisar del apoyo de ningún otro grupo para sacar adelante todas las iniciativas que quiera, el PSOE de Lobato está dispuesto a apoyar aquellas cuestiones que consideren «buenas para los madrileños».

De esta forma, los socialistas de Madrid subrayan que aunque «no dirán que sí a todo» tampoco se opondrán por sistema a lo que traiga el Gobierno de Ayuso a la Asamblea porque habrá cuestiones que compartan. Con todo, afirman que su principal labor será la de «fiscalizar» al Ejecutivo.

Lobato inicia así una legislatura en la que se va a diferenciar de la que, por apenas un puñado de votos, se ha erigido como líder de la oposición, Mónica García, que ya ha dejado claro desde la sesión de constitución de la Cámara de Vallecas que va a continuar la estela de confrontación perenne que inició la legislatura pasada.

Una actitud que contrasta totalmente con la del líder de los socialistas, que ha buscado, y lo va a seguir haciendo, el entendimiento y llegar a acuerdos aunque, muchas veces, sus intentos hayan caído en saco roto. Con todo, fuentes del entorno de la presidenta madrileña deslizan que hubiera preferido que fuera Lobato y no García quien liderara la oposición. Una circunstancia que no se dio por apenas 5.453 votos, pues ambas formaciones sumaron el mismo número de escaños, 27, apenas tres más de los que ambos recabaron en las elecciones de mayo de 2021.

«Vamos a ser una oposición contundente», resumía Mónica García antes del inicio de la XIII Legislatura en la Asamblea de Madrid, al tiempo que aseguraba iba a defender «los intereses de los madrileños» de los «abusos» del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Además, la líder de la filial autonómica del partido de Íñigo Errejón, que se ha integrado en la coalición de Sumar encabezada por Yolanda Díaz para las elecciones generales del 23 de julio, ha intentado mal meter respecto a los cambios en el Gobierno que va a llevar a cabo Ayuso. «Si un entrenador cambia a todo su equipo, pues supongo que está haciendo una enmienda a la totalidad de todo lo que ha hecho», argumentaba.