El PSOE pide al Banco de España crear una criptomoneda europea bajo control «democrático» y «público»

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Bitcoin y dólares.
Carlos Cuesta

El PSOE ha decidido emular las propuestas de crear dinero defendidas por algunos de sus compañeros podemitas y ha reclamado en el Congreso de los Diputados crear una criptomoneda europea bajo los designios del control “democrático” y “público”. España está en el euro. La moneda no es otra que el euro. La autoridad máxima es el Banco Central Europeo. Todo ello está consagrado por los tratados de la Unión Monetaria. Pero al PSOE no parecen importarle estos pequeños detalles técnicos y ha decidido dar rienda suelta a su deseo de imprimir virtualmente billetes ante la evidencia de que sus cálculos fiscales, al igual que sus teorías económicas, saltan por los aires.

«El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a impulsar en colaboración con el Banco de España la creación de un Grupo de Estudios para evaluar la posible implantación de un euro digital como moneda pública digital (CBDC) (criptomoneda), que permita ofrecer una mayor estabilidad financiera tanto a la economía española como al conjunto de la eurozona, y recupere el carácter del dinero como bien público y bajo control democrático». Así ha definido sus deseos el PSOE. Lo ha hecho en forma de proposición no de ley. Y la ha registrado en el Congreso de los Diputados.

Se trata de una de las últimas propuestas de los socialistas de Pedro Sánchez ante la evidencia de que el déficit público no deja de crecer; de que sus prometidas prestaciones sociales -bautizadas como “escudo social”- chocan con la realidad de un descontrol del gasto de 123.000 millones en el último ejercicio y de más de 100.000 previstos de déficit para el actual; y de que el dinero europeo llegará, si lo hace del todo, con los tiempos comunitarios y con las rebajas de Bruselas. Porque el primer envío prometido ya ha sido rebajado en 8.000 millones de euros.

Por eso, “el Grupo Parlamentario Socialista, de conformidad con los artículos 193 y siguientes del Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente Proposición no ley para el impulso de un grupo de estudios sobre la implantación de un euro digital como moneda pública digital, para su debate en Pleno”.

Descontrol del gasto

La exposición de motivos del PSOE delata, de hecho, que no encuentran solución financiera a un descontrol del gasto de magnitud desorbitada. El PSOE señala que “en los últimos tiempos ha cobrado vigencia el debate sobre la posibilidad de creación de nuevas monedas digitales públicas, conocidas también por su acrónimo en inglés, CBDC (Central Bank Digital Currency, o Moneda Digital del Banco Central)”.

“Los motivos para este notable interés son varios. En primer lugar, los propios avances en digitalización y gestión masiva de datos, que hacen posible nuevas formas de pago. Al calor de estas innovaciones también ha proliferado la creación de diversas criptodivisas, como un pretendido intento de creación de dinero privado. Sin embargo, este nuevo activo financiero no cumple los criterios para ser dinero y presenta al menos dos grandes problemas. El primero es la elevada volatilidad en su cotización en un activo sin valor intrínseco ni respaldo público, que aviva movimientos especulativos. Y el segundo, es su importante impacto ambiental. Al respecto de esto último, según cálculos del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge, si sólo la principal criptodivisa, el bitcoin, fuese un país consumiría al año tanta electricidad como Finlandia, Suiza o Argentina. A menudo se cita un tercer problema: la posibilidad de anonimato que estas criptodivisas ofrecen, facilita su utilización en actividades ilícitas y en evasión fiscal”, añaden los expertos del PSOE.

En segundo lugar, los socialistas señalan que “una moneda digital de banco central se plantea como una alternativa pública frente a los sistemas de pago ajenos al sistema bancario y que escapan por tanto a la regulación sobre el sector. El auge de nuevas formas de pago digitales, ajenas al circuito bancario formal en lo que se conoce como banca en la sombra (shadow banking), impulsan la búsqueda de una alternativa pública frente a una actividad que escapa a la regulación y supervisión bancarias, pero comparte con la banca su carácter de riesgo sistémico.

Es decir, el peligro de que las dificultades en el sector deriven en una crisis para la economía en su conjunto. Este auge de la banca en la sombra y nuevas formas de pago digitales alternativas es lo que ha motivado a las autoridades de China a desarrollar lo que sería un yuan digital, de momento en fase de proyecto piloto en algunas ciudades del país”.

Un tercer motivo para avanzar en el dinero público digital, según los expertos de Pedro Sánchez, es la posibilidad que este puede ofrecer para la inclusión financiera de colectivos sociales que tienen un acceso más difícil a los servicios bancarios tradicionales, o directamente no disponen de ellos.

Un último motivo, “pero no por ello menos importante, como impulsor para la instauración de las CBDC es el declive en el uso de efectivo, tendencia acelerada por la pandemia del Covid-19, que ha impulsado más si cabe la utilización de medios de pago digitales”.

Por todo ello, el PSOE propone lo siguiente: “Frente a ello surge la posibilidad de crear un dinero público digital, intangible y perfectamente utilizable para realizar pagos electrónicos, pero en este caso respaldado por el Estado, haciendo de él un dinero seguro”. Tan seguro que quieren que se rija por los siguientes parámetros: «Un euro digital como moneda pública digital (CBDC) que permita ofrecer una mayor estabilidad financiera tanto a la economía española como al conjunto de la eurozona, y recupere el carácter del dinero como bien público y bajo control democrático».

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