El PSOE negocia entre risas con el proetarra que pidió a ETA «socializar el dolor»
El PSOE de Navarra abre con Bildu la negociación de los Presupuestos de María Chivite
Tras lograr la investidura de María Chivite gracias al apoyo de Bildu, el PSOE de Navarra se ha sentado a negociar los Presupuestos con el partido de Arnaldo Otegi. Los votos de los diputados proetarras son esenciales para que las cuentas públicas prosperen. En el encuentro, ambas formaciones, socios también en el Gobierno de España, exhibieron total sintonía. Muy relajados y sonrientes, sus gestos evidencian el buen momento de la relación entre Bildu y los socialistas ante la inminente aprobación de la moción de censura que entregará la Alcaldía de Pamplona a los de Otegi.
En el encuentro participaron el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, José Luis Arasti, y los tres vicepresidentes del Ejecutivo de Chivite, Félix Taberna (PSN), Ana Ollo (Geroa Bai) y Begoña Alfaro (Contigo-Zurekin). Por Bildu asistieron la portavoz de Bildu en el Parlamento de Navarra, Laura Aznal y el diputado Adolfo Araiz.
Araiz fue miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna entre 1991 y 1997 e ingresó en prisión por colaboración con banda armada en la sentencia dictada por el Tribunal Supremo contra los 23 miembros de esa Mesa Nacional, que luego sería anulada por el Tribunal Constitucional al entender que no existían pruebas. Permaneció año y medio en la cárcel.
Se le conoce especialmente por ser uno de los dirigentes de Batasuna que apoyo abiertamente la denominada ponencia Oldartzen, la estrategia dirigida por ETA para extender los atentados a toda la sociedad civil -es decir, no únicamente miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado- en especial contra políticos y periodistas. Esta nueva táctica de la banda terrorista, conocida como «la socialización del dolor», provocó más de 100 asesinatos, entre ellos, algunos de los más simbólicos de ETA, como los de Gregorio Ordóñez o Miguel Ángel Blanco.
El PSOE ha abierto con Bildu su ronda negociadora para los Presupuestos de Navarra, legitimando así a los de Otegi como socios preferentes. Los proetarras, envalentonados por su posición decisiva, han destacado que con el PSOE existe actualmente «muy buena sintonía». «Tenemos que aprovechar esta ocasión para volver a ser determinantes, esta vez con más ambición si cabe», se jactó Aznal.
Moción de censura
La moción de censura en Pamplona, que desalojará a la alcaldesa Cristina Ibarrola (UPN), ha reforzado la conexión entre el PSOE y Bildu. La iniciativa se votará el próximo jueves y tiene su éxito asegurado gracias al apoyo de los socialistas.
El acuerdo entre ambas formaciones incluye numerosos gestos hacia Bildu, como el compromiso de «reconocer» y «reparar» a las llamadas «víctimas de motivación política». Es decir, aquellos que declaran haber sufrido supuestas torturas y abusos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente en el marco de la lucha antiterrorista.
Los socialistas han tratado de blanquear el acuerdo, destacando su condición de «víctimas» de ETA. Así lo puso de manifiesto, por ejemplo, el secretario de Organización del PSOE navarro, Ramón Alzórriz: «Hemos sido víctimas de ETA. He tenido que llevar escolta, a mi hija mirando los bajos de mi coche y he sufrido la presión por defender la democracia y la palabra. Hace más de 12 años que la democracia venció a ETA», señaló en su comparecencia de hace unos días para presentar este pacto.
Alzórriz ejerció incluso de portavoz de Bildu, justificando que, en 2021, «trasladaron su pesar y dolor por el sufrimiento padecido por las víctimas y dijeron: Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido». «Y que están comprometidos con el respeto, la consideración y la memoria de las víctimas de ETA, como así lo asumen también en el acuerdo firmado son el PSOE, y que la defensa de sus ideales debe realizarse exclusivamente por métodos democráticos», aplaudió.
Esta semana, Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, también generó polémica con sus declaraciones, al asegurar que Bildu tiene «derecho a la vida política como el que más», al tiempo que tachaba de «poco democrática» la manifestación de UPN, PP y Vox contra la moción de censura en Pamplona.
«Quince años después del fin de ETA parece que ahora tampoco permitimos o no queremos permitirles intervenir en la vida política o gobernar. No tiene sentido», abundó Puente.