Podemos tumba la declaración institucional de solidaridad con Venezuela del Senado
Podemos ha tumbado la Declaración Institucional que el Senado pretendía sacar adelante este miércoles condenando de la situación política en Venezuela.
El documento arranca expresando la «honda preocupación y su solidaridad con la Asamblea Nacional y el pueblo de Venezuela por la grave situación política en la que las recientes decisiones del Régimen de la República de Venezuela han sometido a la democracia venezolana».
La condena «sin paliativos», continúa la declaración, «al intento de destrucción de la separación de poderes ha recogido el sentir general de que una democracia no solo debe parecerlo, sino que debe ser escrupulosa en el cumplimiento de la voluntad de los venezolanos que eligieron una nueva Asamblea».
A través de este escrito, la Cámara Alta pretendía manifestar su «preocupación por la evolución de la situación» en aquel país, «exigir la libertad de todos los presos políticos», «su convencimiento de que solo un diálogo urgente, inclusivo y basado en el sincero reconocimiento mutuo de los distintos actores políticos será efectivo para solucionar los problemas de Venezuela y permitirá avanzar en la consecución de la paz social y la estabilidad política e institucional, con pleno derecho a la democracia y al respeto a los Derechos Humanos».
Las declaraciones institucionales deben ser aprobadas por unanimidad o, por el contrario, no prosperan. En ellas los españoles, a través de la Cámara Alta, manifiestan su sentir y, en ésta en concreto «se solidarizan con el pueblo venezolano y condenan la violación de derechos humanos».
Podemos y Venezuela
La relación entre Podemos y el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro ha sido uno de los rasgos característicos de esta formación incluso desde antes de su creación formal -mediante las relaciones entre el régimen venezolano y algunos de los impulsores del partido morado-, y continúa tras la entrada de los de Iglesias en las instituciones con su protección sistemática de los abusos del Gobierno de Maduro, y su rechazo a cualquier tipo de condena hacia sus actuaciones.
No en vano, la fundación CEPS, integrada por los que se convertirían en principales líderes de Podemos, cobró cerca de siete millones de euros por asesorar al Gobierno de Hugo Chávez. Entre los que acudían con frecuencia a la televisión pública venezolana -bajo el estricto control del régimen- se encontraban nombres como el de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón o Juan Carlos Monedero.
Curiosamente, esa tarea propagandística contrasta con los informes internos de la Fundación, que demuestran que lejos del mensaje oficial que se esforzaban en trasmitir, los miembros de CEPS eran conscientes del fracaso político y social del modelo de Chavez, además de la profunda corrupción de su administración. No obstante, y a pesar de ser conscientes de las consecuencias catastróficas que dichas políticas tendrían para el pueblo venezolano, seguían animando al Gobierno a abundar en la senda intervencionista.
En abril de 2015, el co fundador del partido, Juan Carlos Monedero, se vio obligado a dimitir tras el escándalo surgido a raíz de la revelación de que intentó defraudar 425.000 euros recibidos del Banco Alba, controlado por el Gobierno venezolano. El caso también le valió una suspensión de seis meses de empleo y sueldo en la Universidad Complutense por cobrar esta cantidad irregularmente mientras percibía sus sueldo como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas.