El PNV redacta ya el texto de “autodeterminación” del País Vasco en el que incluye a Navarra
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha pactado ya con Pedro Sánchez, a cambio de su apoyo, el desarrollo del nuevo Estatuto de Autonomía vasco. En la norma se plasmará no sólo la «autodeterminación» y el «derecho a decidir» del País Vasco en una primera fase. En en una segunda parte se incluirá a la Comunidad Foral de Navarra en lo que ellos llama su «nación»: Euskal Herria.
Los trabajos no han parado pese al final de esta corta legislatura, tras la moción de censura de Sánchez a Mariano Rajoy, y los nacionalistas vascos continuan su camino –gracias a la negociación mantenida con el gobierno socialista– hacia un articulado donde se incluye la autodeterminación del País Vasco. El partido de Urkullu trabaja en la elaboración de un texto que recoge el trato “de igual a igual”, de “no subordinación”, de esta comunidad autónoma con respecto a España.
Los textos sobre los que trabajan ya los encargados de la redacción del futuro Estatuto de Autonomía -a los que ha tenido acceso OKDIARIO- recogen con claridad la idea del “sujeto jurídico-político”. Y en ese nuevo marco normativo que Sánchez se ha comprometido a negociar se incluye: “Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, como parte integrante del pueblo vasco, en desarrollo y actualización de los derechos históricos y fundamentándose en la libre y democrática decisión de las ciudadanas y ciudadanos”. Ese es el “sujeto jurídico-político institucional”.
Sobre él establecen lo que denominan, en primer lugar, la “Comunidad estatal vasca» o «Comunidad de carácter nacional». Se trata del concepto jurídico de Euskadi. También definen lo que llaman la «Comunidad nacional vasca» y el «Estado autónomo vasco». Y, por último, lo que llaman el «Estado foral vasco: aúna el concepto estatal con nuestra singularidad foral histórica que ahora quiere actualizarse”. Todo un galimatías para acabar diciendo que tienen derecho a hacer libremente lo que quieran.
La aclaración sobre el grado de autodeterminación de estos conceptos aparece de inmediato en el texto en el apartado titulado “Vínculo con el Estado español”. En éste se señala sin rodeos que “se configurará un nuevo modelo de relación con el Estado, bilateral, de igual a igual, de respeto y reconocimiento mutuo, de naturaleza confederal. El nuevo marco político de relación con el Estado español se estructurará al amparo de la disposición adicional 1ª CE y la adicional única del Estatuto de Gernika, estableciendo un nuevo modelo relacional, singular y bilateral, que estará fundamentado en el reconocimiento de ambas partes como sujetos políticos. La relación será de respeto mutuo y de no subordinación, y a tal efecto se anudará un sistema de relación bilateral efectiva e incorporará un régimen eficaz de garantías que blindará el autogobierno vasco”.
Traducido: la comunidad vasca se considera ya autodeterminada aunque, libremente y en igualdad con lo que ellos consideran un ente similar -en referencia a España-, deciden seguir beneficiándose de la convivencia conjunta. Y todo ello porque, como señalan, “el pueblo vasco es nación porque así lo reconoce e identifica una mayoría de su ciudadanía, y porque, además, cumple con todos los parámetros establecidos en el derecho comparado”.
Los siete territorios de Euskal Herria
Pero su ansia de autodeterminación no acaba ahí: “Euskal Herria es un pueblo con identidad propia, en el conjunto de los pueblos de Europa, depositario de un patrimonio lingüístico, cultural y jurídico-institucional propio, que ha pervivido a lo largo de la historia, que está asentado geográficamente sobre siete territorios que en la actualidad se encuentran políticamente articulados en dos Estados europeos (el español y el francés) y tres ámbitos institucionales diferenciados: la Comunidad Autónoma vasca, que comprende los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa; la Comunidad Foral de Navarra, que integra a Nafarroa, y el territorio gestionado por la Mancomunidad de Iparralde, conformado por Lapurdi, Zuberoa y Baxe Nafarroa”.
El PNV quiere avanzar ya en esta segunda fase: la de ampliación de su ámbito de autodeterminación hacia todo lo que considera su nación Euskal Herria. “El nuevo texto articulado contemplará la posibilidad de establecer relaciones con la Comunidad Foral de Navarra y con los territorios vascos radicados en el Estado francés, con quienes comparte idioma, cultura e intereses sociales y económicos, etc., siempre desde el máximo respeto a la voluntad de sus instituciones respectivas y atendiendo a la normativa sobre la materia de los distintos territorios y Estados, así como de la Unión Europea”, aclara.
Derecho a decidir
Así, los nacionalistas vascos establecen dos niveles de avance hacia la creación de su pretendido Estado. La primera abarca al “sujeto jurídico-político”, con un supuesto “derecho a decidir” de los “ciudadanos y ciudadanas de los territorios vascos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, como parte integrante de Euskal Herria, a la que se reconoce su identidad nacional”. Y, según el texto, serán ellos, y no el resto de los españoles, quienes decidan “su estructura política y su régimen de convivencia, para lo cual habrá de dotarse a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de un valor normativo relevante. En el nuevo estatus, las instituciones vascas tendrán la potestad para regular y gestionar la realización de consultas populares y referéndums, en lo que corresponde tanto a asuntos políticos y sociales de su ámbito competencial como a las relaciones que desean tener con otros territorios de Euskal Herria, con el Estado español y otros espacios políticos europeos e internacionales”.
También en esa primera fase “el sujeto jurídico político integrado por los territorios vascos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, estará vinculado al Estado español” por una relación “singular y bilateral de naturaleza confederal” y, por asunción propia, “en el marco constitucional” pero siempre dentro “del principio de igualdad política”. En una segunda fase, esa ansiada Euskal Herria debería tener la misma entidad que el actual País Vasco. Y eso incluye la anexión, entre otros territorios, de Navarra.