El PNV dio 24 horas a Rajoy para dimitir antes de anunciar Aitor Esteban el apoyo a la moción de Sánchez
El PNV dio 24 horas a Mariano Rajoy para presentar su dimisión antes de anunciar su apoyo a la moción de censura presentada por Pedro Sánchez. Los nacionalistas vascos no dieron sólo la mañana del jueves a Rajoy para decidir si dimitía y, por lo tanto, paralizaba con su dimisión la moción del PSOE. Desde el día previo filtraron su condición: que el PNV levantaría el apoyo a la moción tras el pago de un precio: la dimisión del presidente del Gobierno.
Los avisos no fueron atendidos. Avisos que se realizaron antes, cuando, al no estar aún anunciado el apoyo oficial a la moción, hubiesen frenado de inmediato la transición hacia el desenlace de un cambio de gobierno. Durante ese tiempo el propio Pedro Sánchez mantuvo la cautela. Fue cuando el socialista afirmó a Rajoy que “si dimite, se acaba la moción”.
Lo cierto es que los avisos fueron graduales. Advertencias que dejaban constancia de que la presión de los separatistas catalanes dejaba solos a los vascos y no creían que aguantasen esa presión. Básicamente porque esa presión se les colaba a través de las bases y de las secciones más duras del partido comandadas por Joseba Egibar.
La noche del miércoles llegaron los avisos más potentes. A esas alturas, de hecho, las advertencias eran consistentes y OKDIARIO adelantaba ya el sentido de esas conversaciones.
La propia comunicación de que todo se decidiría en la reunión del Euzkadi Buru Batzar en la mañana del jueves fue trasladada a Moncloa como una evidencia de que si Rajoy no dimitía, Andoni Ortuzar e Íñigo Urkullu no tendrían argumentos para convencer a sus bases de que era conveniente mantener al PP. Porque las bases les pedía un precio y ese precio era la cabeza del presidente.
La reunión de la dirección del Partido Nacionalista Vasco (PNV) cerraba un acuerdo hacia las 12 del mediodía del jueves: si Mariano Rajoy dimitía, estaban dispuestos a truncar la moción de censura de Pedro Sánchez. El acuerdo se alcanzó mientras se desarrollaba el debate de la moción de censura a Mariano Rajoy. En plena tensión. Y sirvió para ratificar la postura del PNV adelantada por OKDIARIO. Pero Rajoy seguía sin responder.
Los nacionalistas vascos no querían votar la moción de Sánchez, pero menos aún estaban dispuestos a convertirse en el único soporte del presidente que ha aplicado el 155 y que acaba de recibir un duro golpe en su partido con la sentencia de Gürtel. Y es que desde el PNV defendían que el impacto que tendría su partido en unas municipales y en las futuras autonómicas sería enorme en caso de respaldar sin claros argumentos políticos a Rajoy.
Afirmaban que entre sus bases la imagen del presidente del Gobierno es pésima y que la sentencia de Gürtel no había hecho más que empeorar esa valoración. Y que, por lo tanto, se le acaba el tiempo a Rajoy para aceptar el sacrificio.
A partir de ahí la suerte estaba echada. La cúpula del PNV había decidido y Aitor Esteban recibía la orden de comunicarlo en su primera intervención en el Congreso la tarde de ese mismo jueves -sin más demora- para evitar mayores tensiones y presiones. La condición estaba en la mesa y la postura de PNV también.