ELECCIONES PAÍS VASCO

El plan de seguridad de Bildu: «Desarmar» a la Ertzaintza tras expulsar a la Guardia Civil

Los abertzales apuestan por un plan de "desmilitarización" para la policía autonómica que incluye "patrullas desarmadas"

Bildu Ertzaintza
Agentes de la Guardia Civil y de la Ertzaintza en una operación antiterrorista.
Pelayo Barro

Bildu tiene a la vuelta de la esquina poder gobernar en el País Vasco, con todas las encuestas situándole como primera fuerza de cara a las elecciones autonómicas de este domingo. De salir elegida, y si Ferraz no traiciona la promesa que se hizo a los de Arnaldo Otegi, Bildu podrá extender su hoja de ruta separatista por todo el País Vasco. Comenzando por su plan sobre seguridad, que busca arrebatarle todas las competencias a la Guardia Civil para forzarla a abandonar la región, entregándoselas a la Ertzaintza y luego «desmilitarizar» a la policía autónoma. En su programa, la formación abertzale habla abiertamente de «patrullas desarmadas».

La formación de Arnaldo Otegi prepara una auténtica revolución en el modelo policial por el que se rige la Ertzaintza. Si termina gobernando, Bildu propone un plan de «desmilitarización» para la policía autonómica que incluye, como punto central, la «disminución del uso de armas de fuego». Es decir, desterrar la política de un arma para cada agente.

Se trata, explica Bildu, de un «programa piloto de patrulla desarmada», que implica que aquellos agentes que realicen patrullas o labores de seguridad ciudadana en zonas de limitada peligrosidad no lleven arma reglamentaria. Una situación que alarma a los propios agentes, teniendo en cuenta que España y toda Europa está en un nivel de alerta antiterrorista elevado.

Además, Bildu tiene la intención de llevar a cabo un estudio analítico sobre los «efectos reales de las denominadas armas no letales» que usa la Ertzaintza, es decir, los lanzadores de foam usados por fuerzas antidisturbios o las pistolas eléctricas tipo taser que ya utilizan policías locales. El objetivo, dice Bildu, es «eliminar las más peligrosas» y «limitar su empleo» al resto. A largo plazo, la política de cara a 2028 es que este tipo de equipamiento no letal terminen «sustituyendo» a las armas.

Este plan de Bildu para dejar desprovista a la Ertzaintza de armas de forma paulatina está inspirado en los movimientos Defund the Police que ha surgido en los últimos años en Estados Unidos. Busca dejar sin fondos públicos a la policía para que ésta pierda operatividad.

«¿Qué sentido tiene?»

No es la primera vez que Bildu habla abiertamente de dejar sin arma reglamentaria a agentes de la Ertzaintza. La alcaldesa de Ondárroa (Vizcaya), Urtza Alkorta, que fue condenada por pertenecer a ETA y ayudar a la banda a transportar explosivos, ya insinuó este plan para la policía local de su pueblo: quitarles las pistolas alegando que la tasa de delincuencia es baja. Aunque España se encuentre en nivel 4 de alerta antiterrorista y que los grupos yihadistas hayan puesto la diana en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La propuesta salió a colación en un debate a nivel local en algunos ayuntamientos gobernados por Bildu, como Ondárroa, Lequeitio, Marquina-Jeméin y Lemoniz. En su turno de intevención, Alkorta se ha manifestado a favor de recortar el acceso a las armas de la policía local. «En un entorno de baja delincuencia, ¿realmente tiene sentido que la policía local porte armas de fuego?», preguntaba la alcaldesa.

De esa forma, Urtza Alkorta se posiciona con su propuesta sobre la policía local a favor de movimientos que se inspiran en el conocido como defund the police, nacido en Estados Unidos, que propugna la retirada de fondos y acceso a las armas a la policía en el marco del movimiento Black Lives Matters.

Urtza Alkorta fue condenada en 2013 a cinco años de prisión por un delito de colaboración con ETA. Según la sentencia consultada por OKDIARIO, la nueva alcaldesa, que tomó posesión tras obtener su puesto en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo, ayudó a un comando con algunas actividades de correo, información y acompañamiento. De hecho, la alcaldesa etarra se desplazó a Francia en enero de 2008 para recibir un curso de adiestramiento y, a su regreso, realizó tareas de lanzadera en vehículos que trasladaban explosivos.

Expulsar a la Guardia Civil

Toda esta fase complementa a una previa, basada en expulsar a la Guardia Civil del Páis Vasco. Aeropuertos, puertos, fronteras o la intervención de armas y explosivos son algunas de las competencias a las que la Guardia Civil puede decir adiós si Bildu sale como primera fuerza política de las elecciones vascas.

El PNV ya contaba con el compromiso expreso de Sánchez para acometer una profunda remodelación de las competencias del Instituto Armado –especialmente las referentes a policía marítima–, pero Bildu ha hecho suyo ese plan y espera aplicarlo en una hipotética primera fase de la legislatura de Peio Otxandiano –candidato abertzale– al frente de la Lehendakaritza.

Según fuentes involucradas en el diseño de estos planes, de cristalizar lo que Bildu propone a Sánchez a cambio de sustentarle parlamentariamente y asegurar su continuidad en Moncloa, la Guardia Civil quedaría reducida «a tareas propias del Servicio de Información», que la Ertzaintza también realiza con personal propio, a una policía judicial cada vez menos requerida por los tribunales vascos y a tareas de «resguardo fiscal».

A ello habría que sumar lo heredado de los pactos Sánchez-PNV, que también implican competencias en ciberseguridad y ciberdelincuencia, sobre los que reportarán directamente a la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad del Ministerio del Interior. Además, los nacionalistas también han pactado el acceso de la Ertzaintza a bases de datos policiales internacionales como Sirene, Europol o Interpol.

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