El plan fiscal de Sánchez prevé rebajar las deducciones de los planes de pensiones privados
Pedro Sánchez empieza a perfilar su investidura con Podemos y los separatistas de ERC y PNV. Tal y como ya ha ordenado a su equipo económico, Sánchez pretende realizar de inmediato una profunda subida de impuestos para aumentar su recaudación y poder asumir los compromisos de gasto adquiridos con sus nuevos -y también viejos- compañeros de viaje político. El Gobierno pretende, entre otras cosas, revisar deducciones del IRPF con el fin de eliminarlas o reducirlas drásticamente, entre ellas las correspondientes a los planes de pensiones.
Sánchez sabe que sin subir los impuestos a las clases medias no puede ingresar el dinero que necesita para gastar lo que desea. Por eso ha pedido a sus responsables fiscales que realicen una profunda revisión de todas aquellas deducciones del IRPF que pueden ser sometidas a profundos recortes o, incluso, a eliminarlas según su “efectividad” y las necesidades de recaudación del Gobierno.
Una de las deducciones sobre las que pende la amenaza de ser eliminada totalmente es la que afecta a los planes de pensiones: un producto de ahorro para la jubilación que en el PSOE aseguran que es propio de ricos, pese a contar con ellos un buen número de altos cargos socialistas.
La cuenta atrás para la rebaja de las deducciones del IRPF ha comenzado y desde el Gobierno lo denominan oficialmente “Proceso de revisión del gasto 2019”.
Con este fin, Sánchez ha pedido un informe para analizar la “efectividad” actual de todas y cada una de las deducciones que se aplican en el IRPF, entre ellas, las que afectan a los planes de pensiones y, tal y como publicó ya OKDIARIO, las que benefician a las familias -en especial, a las familias numerosas-.
Subida a los ahorradores
A partir de ahí, como reconoce el Gobierno de Sánchez en los documentos remitidos a Bruselas, decidirá si las deducciones permanecen o si pasan por la podadora socialista, elevando los impuestos de las familias y de los ahorradores.
Los documentos oficiales entregados en la UE señalan que ha finalizado ya “la primera fase del proceso de revisión del gasto público”, una fase llevada a cabo, según el Gobierno, en la pasada legislatura de Sánchez y centrada, según esta misma versión oficial, en reducir gastos superfluos de la Administración. El texto añade que ahora toca la segunda fase, que «se desarrollará durante 2019”. De ahí las prisas de Pedro Sánchez en lanzar un Presupuesto que esté operativo antes de que acabe el año.
El documento recuerda que “mediante Acuerdo de Consejo de Ministros de 14 de diciembre de 2018, se han identificado las áreas de trabajo sobre las que versará esta fase” y una de las que se ha sometido a revisión es precisamente la que se conoce como “Beneficios Fiscales”: las deducciones que aplican todos los contribuyentes.
Estos beneficios fiscales son instrumentos de política fiscal que persiguen determinados objetivos económicos o sociales “mediante ahorros o mejoras en la renta de personas físicas y jurídicas a través de reducciones en sus cuotas tributarias”.
El Gobierno detalla que “se van a evaluar 13 beneficios fiscales que ascienden a unos 57.187 millones de euros: seis vinculados con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, tres relativos al Impuesto sobre Sociedades, tres en el ámbito del Impuesto sobre el Valor Añadido y uno en Impuestos Especiales”. Y entre esos mecanismos de ahorro fiscal que se han puesto en cuarentena figuran las deducciones a los planes de pensiones.
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