Sánchez sigue sin agenda hasta el viernes en medio del bloqueo político y la crisis del ‘Open Arms’

El presidente en funciones Pedro Sánchez ha gestionado a distancia, desde su retiro vacacional, la crisis del barco 'Open Arms', rectificando en horas sus instrucciones sobre el desembarco.

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La crisis provocada por la gestión del Open Arms y los vaivenes en las instrucciones para el desembarco de los 107 inmigrantes a bordo no han alterado los planes inmediatos de Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno en funciones, que desde el viernes 9 de agosto descansa en el Palacio de Las Marismillas (Doñana, Huelva) sólo tiene, por ahora, un acto previsto esta semana: la reunión del Consejo de Ministros el viernes 23. Fuentes de La Moncloa desconocen la fecha exacta en la que Sánchez retomará su agenda. De momento, no hay instrucción oficial. La previsión también es que reinicie sus contactos con colectivos y organizaciones sociales, cuya organización depende de Ferraz. Pero a fecha de cierre de esta información tampoco existían aún fechas cerradas

El presidente socialista ha gestionado a distancia, desde su retiro vacacional, el asunto del barco que, desde hace días, reclama un puerto para desembarcar a los inmigrantes en situación crítica. El Gobierno ofrecía este domingo por la mañana el puerto de Algeciras, sin informar ni al propio Ayuntamiento de la ciudad ni a la Junta de Andalucía, ambos en manos del PP.

La propuesta fue, en cambio, rechazada casi de inmediato por la ONG, asegurando que ello conllevaría demasiadas horas de navegación y un riesgo para la vida de las personas a bordo. Pocas horas después, el Ejecutivo rectificó proponiendo «el puerto español más cercano», concretamente el de Palma. La organización de salvamento marítimo no respondió a esta última propuesta, según informaban fuentes gubernamentales a través de un comunicado.

La iniciativa de Sánchez, después de que el ‘Open Arms’ llevase 17 días en espera, provocó la reacción de los partidos de la oposición e, incluso, de sus eventuales socios de Gobierno, como Izquierda Unida y Compromís. También el capitán del barco, Óscar Camps, estalló: «Después de 26 días de misión, 17 de espera con 134 personas a bordo, una resolución judicial a favor y seis países dispuestos a acoger». «¿Quiere que naveguemos 950 millas, unos 5 días más, a Algeciras, el puerto más lejano del Mediterráneo, con una situación insostenible a bordo?», se preguntó el capitán de forma retórica.

La propuesta llegaba, además, después de una semana de bandazos y de que el propio ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, acusase a la ONG de «abanderados de la humanidad». El jueves, el Gobierno había accedido sólo a un «reparto equilibrado» de inmigrantes, en un acción conjunta con otros países europeos y en consenso con las autoridades comunitarias.

Pese a la improvisación, en las redes sociales, Sánchez se jactó de que España está «liderando el reto migratorio con los valores de progreso y humanismo» y destacó que el país «siempre actúa ante emergencias humanitarias».

Reuniones sin fecha

Antes de iniciar sus vacaciones, Sánchez avanzó su intención de reunirse con nuevos agentes sociales y también con partidos políticos. El primero en la lista era el PNV. El encuentro entre el presidente y el partido vasco se presuponía entre el 19 y el 23, pero la fecha está aún por definir. El líder del PSOE tiene también previsto reunirse con las formaciones independentistas y, finalmente, con Podemos. A estos partidos les planteará una propuesta de programa para un Gobierno «progresista», cuyas líneas aún están en elaboración. No hay días concretos para esas citas, ni tampoco contactos. Las conversaciones con el partido de Pablo Iglesias eran ya inexistentes antes del parón estival.

Sánchez retomará su agenda cuando quede justo un mes para que expire el plazo para ser investido. El 23 de septiembre, y si ningún candidato ha obtenido la confianza del Congreso de los Diputados, las Cortes se disuelven automáticamente y quedarán convocadas las elecciones.

El margen es ajustado. Antes de esa fecha, el Rey Felipe VI tiene que planificar una nueva ronda de consultas con los partidos y proponer candidato. Sánchez tendría que acudir ya con los apoyos cerrados para evitar el bochorno de una nueva investidura fallida. Una vez propuesto, habría de organizarse el debate parlamentario, para lo que se exige también de cierta previsión.

Vacaciones en Doñana

Sánchez ha permanecido estos días en Las Marismillas (Huelva), un palacete a disposición de los presidentes del Gobierno para sus vacaciones. Aunque no se ha informado del tiempo que permanecería en la finca, la intención del socialista era disponer también de unos días libres en La Moncloa para gestiones privadas.

La estancia de Sánchez en Doñana ha suscitado las críticas de los agentes de la Guardia Civil encargados de su vigilancia. En un comunicado, la asociación Jucil aseguró que los agentes se veían obligados a hacer jornadas de 12 horas, debido a la distancia existente entre la finca y el lugar de su hospedaje.

«Aun conociéndose con suficiente antelación la necesidad de prestar este servicio, no se ha previsto un alojamiento adecuado para los agentes comisionados», denunció la asociación en la nota. Como publicó OKDIARIO, esa falta de previsión provoca también que los agentes acumulen semanas sin libranzas.

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