Sánchez promete una inyección de dinero público equivalente a seis veces la emisión de deuda anual

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Deuda pública
Carlos Cuesta

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por los avales como medio de ayuda a las empresas en su paquete económico de combate a la crisis del coronavirus. El plan pretende movilizar hasta 200.000 millones de euros, entre ayudas públicas y exigencia al sector privado de aportación de ayudas privadas, con el fin de combatir los efectos económicos del virus. De todo ese importe, 100.000 millones corresponden a avales públicos. Una parte es posible que no se llegue a ejecutar nunca, en caso de que la crisis no sea duradera. Pero en caso de tener que emplearse por completo, la economía española puede tener un serio problema: ese volumen de deuda equivale a seis veces la emisión neta de deuda soberana española del último año.

El paquete de medidas anunciado por el presidente del Gobierno ha logrado reactivar la Bolsa. Porque a corto plazo está claro que supone todo un respaldo a la actividad de las empresas. Pero la duda de su sostenibilidad viene del largo plazo.

Todo el plan de ayudas se constituye como un plan en cascada: el Gobierno se apoya en las empresas, a las que pide que pongan a disposición de los particulares -por medio de líneas de crédito de los bancos o a través de la asunción de impagos de los parados –83.000 millones de euros–. Y esas empresas, a su vez, se apoyan en los avales del propio Gobierno para lograr la liquidez necesaria para aguantar el esfuerzo. El Ejecutivo, simultáneamente, se apoya en el respaldo del Banco Central Europeo (BCE) para mantener el esqueleto financiero. Pero el BCE deberá igualmente respaldar al resto de países, lo que supondrá un gran esfuerzo.

Si la crisis y los efectos del coronavirus no se extienden en el tiempo más de lo previsto, el esquema puede funcionar. En caso de que se alarguen, la historia puede cambiar. Y, en ese caso, será el Gobierno de Pedro Sánchez quien tenga que demostrar que puede asumir la ejecución de hasta 100.000 millones de euros prometidos en avales. Esa cantidad supone mucho dinero. Tanto como seis veces la última emisión anual neta de deuda abordada por España en 2019.

El Tesoro redujo la emisión de deuda

El Tesoro Público español logró reducir en 10.000 millones de euros la emisión neta de deuda en el tramo final de 2019, dejando su importe definitivo en 20.000 millones, la cifra más baja desde 2007 y claramente por debajo de lo previsto inicialmente, tal y como anunció la entonces ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y ahora vicepresidenta.

Ese recorte, unido a la rebaja de 5.000 millones de euros que anunció el mismo ministerio en abril de 2019, supuso una reducción total del 43% de la previsión de deuda inicial de 35.000 millones de emisión neta. Las emisiones netas son el resultado de restar, de las colocaciones totales de deuda pública, los vencimientos de títulos llevados a cabo por el Tesoro.

De este modo, en caso de que se tuviesen que ejecutar los 100.000 millones en avales prometidos por Pedro Sánchez, el volumen de deuda pública adicional en estos meses equivaldría a nada menos que seis veces toda la emisión neta anual de 2019.

Incluso tomando la previsión inicial de emisión de deuda -rebajada finalmente por la fuerte extracción recaudatoria de impuestos de los contribuyentes-, el volumen sigue siendo más que significativo: equivaldría a casi tres veces esos 35.000 millones previstos. Toda una lluvia de deuda que caería sobre una economía ya hiperendeudada, con fuertes volúmenes de déficit y con elevadas tasas de paro.

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