Sánchez clausura el Congreso con banderas republicanas
El reelegido secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, clausuró el 39 Congreso Federal del partido con casi alrededor de 8. 500 asistentes, según su equipo, entre los que llevaron banderas republicanas para terminar el acto cantando la Internacional.
Sánchez dejó claro que este domingo inicia su gira «rumbo a la Moncloa» entre banderas republicanas. Su equipo no se puso de acuerdo con la seguridad del evento que cifró en 5.000 los asistentes que acudieron al pabellón de Ifema. Las ausencias más destacadas fueron la mayoría de barones y los históricos del partido que dejaron a Sánchez a la suerte de las bases.
La organización socialista tuvo que cambiar los nombres, pegados en las sillas, de algunos dirigentes cuando les comunicaron que no asistirían por «reservado». En la segunda jornada del 39 Congreso, la de la presidenta andaluza ha sido la ausencia más destacada junto a las de todos los ex secretarios generales del PSOE: ni Felipe González, ni Joaquín Almunia, ni José Luis Rodríguez Zapatero, ni Alfredo Pérez Rubalcaba se han dejado ver. Menos el primero, los demás sí fueron ayer, pero estuvieron distantes; aunque haga un calor que aplasta, tampoco es plan regocijarse en la frialdad.
Al presidente de Aragón, Javier Lambán, se le ha visto ir y venir, en tanto que el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asistido al comienzo del acto en una esquina del escenario, al fondo y de pie, como si no tuviera cargo y el protocolo fuera una antigualla. Ambos han guardado silencio, la prudencia en política es un valor muchas veces, pero el que ha hablado, el valenciano Ximo Puig, no se ha andado con tapujos; si le quieren debilitar, incluso descabalgar como líder del PSPV, que se lo expliquen y que lo expliquen.
La federación asturiana ha desembarcado en el pabellón 3 del Ifema con una banda de gaiteros al frente, y al son del «Asturias patria querida» han accedido a ocupar sus asientos. Las demás han venido desperdigadas y sin proselitismos: los jefes por un lado, los demás por otro.
Bien desde el Palacio Municipal de Congresos, donde han votado la nueva Ejecutiva, bien desde sus casas en autocar, los militantes y simpatizantes han llegado a Madrid con banderas y con carteles de adulación, incluso amor, a Pedro. Y si no tenían carteles, tenían sus voces para gritarlo a los cuatro vientos. El famoso «Pedro» de Penélope Cruz en la gala de los Óscar corre el riesgo del olvido.
Han llenado ese pabellón que la Junta de Andalucía llena en FITUR mucho antes de la aparición del nuevo secretario general, y aunque los vídeos épicos del PSOE se alternaban con temas bailables, la impaciencia ha cundido. Esperaban a Sánchez a las 12.00 horas, pero no ha irrumpido hasta las 12.30 horas. Con él llegó el rock, ni más ni menos que el «Sweet child o mine» de Guns N’Roses, un hit legendario de una banda que en los 80 y primeros 90 sonó día tras día.
La canción ha estallado mientras Pedro iba al escenario (tarea nada sencilla porque la gente socialista hoy presente sencillamente se tiraba a por él), y ha sonado a volumen más bajo mientras los integrantes de la nueva Ejecutiva iban ocupando el escenario. Óscar Puente, Odón Elorza, Patxi López, José Luis Ábalos, Adriana Lastra y Cristina Narbona aparecieron antes que Sánchez.
Al término del acto comenzaron a cantar todos juntos el himno de La Internacional, que Sánchez no cantó con el puño en alto, aunque sí estuvo flanqueado por Narbona y Lastra, las mujeres fuertes del nuevo PSOE.
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