Sánchez busca recomponer las relaciones con EEUU duplicándoles la compra de petróleo

Pedro Sánchez
Donald Trump y Pedro Sánchez, en una cumbre de la OTAN en julio de 2018 (Foto: Moncloa)
Carlos Cuesta

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha triplicado la compra de crudo de Venezuela desde su llegada al poder de la mano de Podemos. Y, en pleno intento de recomponer las relaciones con Estados Unidos por el agravio que supone desafiar el bloqueo de Donald Trump a Nicolás Maduro, ha decidido disparar también la compra de barriles de crudo al productor estadounidense.

El jefe del Ejecutivo llegó al poder aupado por Podemos y otros partidos golpistas por medio de la moción de censura de mayo-junio de 2018. Desde esa fecha hasta ahora, España ha disparado la compra de petróleo de Venezuela. España compró en 2018 a la dictadura chavista un total de 629.000 toneladas de crudo. Desde julio de 2018, momento en el que ya estaba operativo el Gobierno de Pedro Sánchez, la compra fue de 506.000 toneladas. Y la llegada de cruzo venezolano fue a más con la entrada del año 2019: en ese ejercicio, la adquisición de petróleo efectuada escaló hasta las 2.297.000 toneladas de crudo. En resumen: desde que llegó Pedro Sánchez al poder gracias al apoyo de Podemos, la compra del ‘oro negro’ venezolano se ha triplicado con respecto al periodo de tiempo similar previo a su actual estancia en el poder.

Como es evidente que esa compra desafía los deseos de Donald Trump de bloquear al dictador venezolano, Pedro Sánchez ha decidido, igualmente, intentar recomponer la relación con Estados Unidos disparando la compra de barriles norteamericanos.

En 2018, la compra total de crudo procedente de Estados Unidos se situó en 966.000 toneladas. Y en 2019 esa cifra se ha duplicado hasta los 1,9 millones de toneladas. Sólo por ver otro dato de referencia, ese nivel de compra de petróleo a Estados Unidos es, por ejemplo, más de cuatro veces superior a las 401.000 toneladas de hace tan sólo dos años.

PDVSA en el centro de la polémica

Hay que recordar lo que implica la compra de crudo a Venezuela desde el punto de vista geoestratégico. Y la reacción que provoca en el Gobierno de la Casa Blanca. La dictadura chavista controla, a través de PDVSA, el petróleo del país pese a las sanciones de EEUU y la Unión Europea. Precisamente, Petróleos de Venezuela está en el foco de un caso que investiga la Audiencia Nacional por el uso que se ha hecho de esta compañía pública venezolana para vaciar fondos de sus arcas y llenar los bolsillos de los denominados bolichicos –empresarios de referencia del régimen chavista–.

Es más, EEUU ha centrado una parte de su política de sanciones al régimen de Nicolás Maduro, precisamente, sobre la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Trump ha exigido la congelación de los fondos de la compañía en EEUU, unos 7.000 millones de dólares (6.100 millones de euros).

Eso quiere decir que dar preferencia a la compra de petróleo de Venezuela significa literalmente desafiar a Donald Trump e, incluso, a la política de sanciones de la UE con respeto a los protagonistas de las violaciones de derechos sistemáticas llevadas a cabo en la dictadura de Maduro. El objeto de las sanciones de Estados Unidos perseguía, de facto, asestar un duro golpe económico a los dictadores para forzar su rendición y dejar paso a Juan Guaidó en el Gobierno de Venezuela, el mismo líder al que España se resiste a dar el trato protocolario propio de un jefe de Gobierno.

Lo último en España

Últimas noticias