El partido de Colau aboga por una «república social y democrática» en Cataluña
Los ‘comunes’, confluencia de la izquierda alternativa que agrupa a Podem, ICV, EUiA y la Barcelona en Comú de Ada Colau, defienden en el borrador de su ponencia sobre «soberanía nacional» la creación de una «república social, democrática y ambientalmente justa» en Cataluña.
Este domingo, el grupo promotor del nuevo partido que impulsa los ‘comunes’ se reunirá para aprobar los borradores de las seis ponencias que se discutirán en el proceso participativo que arrancará el 29 de enero con un acto en las Cotxeres de Sants de Barcelona con la presencia de Xavier Domènech, portavoz del proceso.
El texto de la ponencia sobre «soberanía nacional» subraya que los catalanes constituyen una «comunidad política soberana con el derecho irrenunciable a determinar libremente» su futuro «a través de un referéndum, que debería ser efectivo, con reconocimiento y garantías».
Los ‘comunes’ señalan que «históricamente Cataluña se ha ido configurando como una realidad nacional, es decir, como una nación, en un constante proceso de transformación y mestizaje que la ha construido y articulado».
«Sustracción constante de soberanía»
«Apostamos por la creación en Cataluña de una república social, democrática y ambientalmente justa, como máxima expresión y realización de su soberanía nacional», subrayan.
Esta república «debe construirse en relación fraternal con el resto de pueblos de la Península», con «capacidad de compartir soberanías con un Estado que debe desarrollar plenamente su carácter plurinacional».
Según las confluencias, «hay que activar procesos constituyentes que se refuercen mutuamente tanto en Cataluña como en España y que tengan en su centro el derecho al ejercicio de la autodeterminación de los pueblos».
El borrador de ponencia denuncia la «sustracción constante de soberanía popular en favor de poderes públicos o privados con poco, cuando no nulo, control democrático».
Las «interdependencias» que se tejen en la actualidad «obligan a articular la noción de soberanía sobre nuevas bases», por lo que «cobran sentido conceptos como los de soberanías en transición, potswestfalianas (es decir, postestatales) o, a partir de principios democráticos, soberanías compartidas».
A su juicio, el «proceso de ruptura de la Constitución territorial de 1978», simbolizado por la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 que recortó el Estatut y por la «recentralización practicada por el Estado», ha llegado a «un punto de no retorno».
«Para una amplia mayoría de catalanes y catalanas, ya no se trata de revisar el pacto del 78, sino de iniciar un camino nuevo. Hacemos nuestra y queremos actualizar la tradición mayoritaria del republicanismo catalanista y de las clases populares catalanas a partir de la defensa de soberanías plenas y, a partir de aquí, libremente compartidas», remarcan.