El padre de las niñas desaparecidas en Tenerife pudo lastrar con piedras a Anna y Olivia para tirarlas al mar

Niñas desaparecidas Tenerife
La búsqueda de las niñas desaparecidas de Tenerife.

Los investigadores del caso de la desaparición de las niñas Anna y Olivia en Tenerife cada están más convencidos de que el padre, Tomás Gimeno, lastró con piedras los cadáveres de las pequeñas para evitar que salieran a flote y fueran localizadas.

De hecho, la reconstrucción de todos los movimientos de Gimeno en las horas previas a la desaparición de las niñas se ha centrado en buscar pistas que confirmen el acopio de lastre.

En paralelo, un sofisticado equipo láser intenta descubrir si los bultos con los que fue visto Gimeno se corresponden con el volumen que ocuparían en su interior los cuerpos de Anna y Olivia. Como se recordará, Tomás gimeno fue grabado poco antes de la desaparición acarreando unas maletas y paquetes a su embarcación antes de abandonar el puerto. El problema es que las imágenes no permiten distinguir con suficiente precisión el tamaño para concretar esta teoría.

Mientras, el buque Ángeles Alvariño desplazado a la zona para rastrear el fondo marino desarrolla su trabajo con mucha lentitud dado lo complicado del terreno a escanear, muy rocoso e irregular. Como mínimo deberá permanecer una semana más en el área donde presuntamente desaparecieron Tomás Gimeno y las niñas, según fuentes de la investigación.

Para los técnicos del buque, conocer el volumen de los bultos que el padre de Anna y Olivia transportaba es de gran ayuda para proceder a su localización. De este forma podrán calcular las dimensiones exactas y confirmar sus sospechas: que Tomás Gimeno llevaba a sus hijas en esos petates que embarcó en el barco que posteriormente se encontró vacío y la deriva en alta mar. Además el análisis permitirá examinar la postura de Tomás Gimeno, cómo sería ese trayecto del coche a la barca sin peso,  o con el peso de sus hijas. O con más peso incluso si como suponen llevaba piedras también para lastrarlas. Tomás además tenía las costillas todavía convalecientes. Se puede analizar el grado de inclinación de su cuerpo cuando trasladaba los bultos.

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