Iglesias, que pedía luz y taquígrafos hace 4 años, alaba hoy las «reuniones discretas del arte de la política»

Pablo Iglesias Otegi
Arnaldo Otegi y Pablo Iglesias.

Pablo Iglesias ha celebrado hoy que Bildu haya anunciado su apoyo a las cuentas generales del Estado. Preguntado por posibles reuniones con Arnaldo Otegi, ha asegurado que «la política es también el arte de lo que no se ve». «Vamos a seguir trabajando con discreción», ha añadido.

Pablo iglesias, hoy vicepresidente del Gobierno, defiende el trabajo «con discreción» con un grupo cuyo líder no tiene problema en lamentar hoy que haya sectores con interés en convertir la convivencia en confrontación, dice, con el pasado que tiene.

Pablo Iglesias es un vicepresidente que no tiene problema en negociar en secreto determinados acuerdos, algunos tan trascendentales como los Presupuestos Generales del Estado. Hoy. Porque en 2016, cuando era sólo líder de Podemos y negociaba con el PSOE para ampliar ‘el pacto del abrazo’ de Pedro Sánchez y Albert Rivera, aseguró que dialogaría con los socialistas  «con la máxima transparencia» y con «luz y taquígrafos».

No se quedó ahí. En una comparecencia tras las elecciones, Pablo Iglesias dijo que «los ciudadanos se merecen vernos dialogar» y que «la nueva política debe estar a la altura de las demandas de los españoles». Prometió, asimismo, «la máxima transparencia».

Hoy, sin embargo, ya no ve tan necesario que los ciudadanos vean dialogar a sus representantes políticos. Ya el año pasado, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se reunieron en Moncloa de forma secreta, porque ya entonces pedía el derecho a actuar con discreción.

Este es más o menos el mismo renuncio que cometió con sus manifestaciones sobre las reuniones en reservados de restaurantes o despachos.

Tras las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 aseguró lo siguiente: «Hay que acabar con el secretismo a la hora de hacer política, con las reuniones en los reservados de los restaurantes. Con las reuniones en despachos en los que parece que decisiones fundamentales se toman al margen de los ciudadanos».

Pero al año siguiente Sánchez e Iglesias se reunieron en un restaurante para un encuentro secreto; o sea exactamente lo contrario de los que un año antes había propugnado. «Estuvimos muy a gusto, fue en un clima de cordialidad».

«Nunca un apoyo fue tan caro»

Respecto al acuerdo con Bildu, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha asegurado este martes que el apoyo de Bildu a los Presupuestos Generales del Estado es el «precio de la degradación moral y política» que paga Pedro Sánchez para mantenerse en el Palacio de la Moncloa. «Nunca un apoyo fue tan caro», ha exclamado.

Así se ha pronunciado después de que el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, haya afirmado que, «a día de hoy», su formación «está en disposición de votar favorablemente» a las cuentas públicas «si las cosas no se tuercen de aquí a cuando se voten».

Gamarra ha señalado que ese apoyo demuestra «quiénes son los socios» de Sánchez e Iglesias. «Es el apoyo más caro que ha pagado la sociedad española a unos Presupuestos porque es el precio de la degradación moral y política al que Sánchez está abocando a este país a cambio de mantenerse en la Moncloa», ha enfatizado, para añadir que «nunca un apoyo fue tan caro».

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