Iglesias no respeta ni sus propias normas: sin mascarilla y a menos de 2 metros con una senadora de ERC
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Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, hablando con Mirella Cortès, senadora de ERC, desde su escaño sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad para evitar el contagio del coronavirus. Ha ocurrido este martes durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta, a la que ha asistido el dirigente podemita. Iglesias no ha tomado ninguna de las recomendaciones sanitarias que tanto pregona su Ejecutivo para el conjunto de la ciudadanía española.
La senadora de la formación separatista sí que ha acudido a hablar con Pablo Iglesias haciendo uso de una mascarilla. La mascarilla evita que puedas contagiar a otras personas aunque no estés a dos metros mínimo de tu interlocutor. Pero la otra persona sí que podría contagiarte en caso de no llevar mascarilla, como es el caso aquí de Pablo Iglesias. Se desconoce que el líder de Podemos cuente con anticuerpos pero sí que afirmó que no dio positivo por coronavirus después de que Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja sentimental, confirmase su positivo tras acudir al 8-M.
En los instantes previos, la senadora de ERC le había formulado una pregunta al vicepresidente segundo en el pleno del Senado sobre «si piensa cumplir el Gobierno con su deber de pagar a las Comunidades Autónomas su parte de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia». Después de que Iglesias haya contestado a Mirella Cortés, la senadora de ERC se ha acercado a charlar con el dirigente podemita.
El Ministerio de Sanidad decretó hace unas semanas la obligatoriedad de llevar este objeto para evitar la expansión de la pandemia. Las multas a cualquier ciudadano por no llevar este utensilio son de 600 euros mínimo.
Desde entonces, los políticos procuran llevarla siempre que acuden al Congreso o al Senado salvo cuando se encuentran en el turno de la palabra o pueden mantener la distancia de seguridad de dos metros con el resto de sus señorías. Este vídeo prueba que el vicepresidente segundo no sigue las recomendaciones que tanto pregona su Gobierno. El Senado se rige como si fuera zona de espectáculos cerrados, por lo que el uso de la mascarilla sería obligatorio si no se tiene el turno de palabra.
El BOE del pasado 20 de mayo publicó que «el uso de mascarilla será obligatorio en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonales de al menos dos metros».
Polémica de Irene Montero
Pablo Iglesias se encuentra también en el foco de la polémica después de que se filtrara un vídeo en el que Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja sentimental, confesó que la manifestación del 8-M tuvo una baja participación en Madrid por miedo al coronavirus.
A la movilización en Madrid acudieron 120.000 personas, cuando el año pasado se registró una asistencia de fue de 375.000. «¿A qué crees que se debe la bajada de cifras?», le preguntó la periodista, a lo que Montero respondió: «Pues tía, creo que al coronavirus. O sea, no lo voy a decir pues porque no lo voy a decir».
Irene Montero añadió también lo siguiente: «No lo voy a decir porque quiero ser muy prudente, porque creo que la comunicación que se estaba haciendo como Gobierno es buena comunicación, muy basada en los datos médicos».
«Medidas superdrácticas»
Irene Montero confesó también que varios países europeos tomaron medidas «superdrásticas» contra el coronavirus antes que España. Esta confesión de Irene Montero tumba la estrategia del Gobierno de que España fue el primer país de Europa en tomar medidas contra la pandemia.
«Claro, como siempre priorizar la salud pública, no tomar decisiones por el sentimiento este de pánico un poco generalizado que ya hay porque incluso hay países europeos que ya están tomando medidas drásticas. La capacidad real de control que están teniendo es muy limitada tomando medidas superdrásticas», afirmó la dirigente de Podemos.
Italia ya había adoptado varias medidas en las semanas previas al 8-M para tratar de frenar la expansión del coronavirus. Estas medidas fueron, entre otras, suspender manifestaciones, eventos y competiciones deportivas, así como cerrar algunas zonas del norte de Italia, que fue donde se produjeron los principales brotes de la pandemia.
Las primeras decisiones que se adoptaron en España para frenar la pandemia fueron obra de Gobiernos autonómicos y no del Ejecutivo de Sánchez. El 11 de marzo se suspendieron las clases en colegios, universidades e institutos en la Comunidad de Madrid y La Rioja. El día anterior ya se había hecho lo mismo en parte del País Vasco, concretamente en Vitoria, parte que fue muy castigada al inicio de la epidemia. Estas medidas no contaron al principio con el respaldo de Pedro Sánchez o de Salvador Illa, ministro de Sanidad.