Elecciones Generales 2019 / Los candidatos

Pablo Iglesias: De indignado en Vallecas a ‘marqués de Galapagar’

Pablo Iglesias llega a la cita del 28-A con Podemos en sus peores expectativas electorales. Una formación en caída libre por el hiperliderazgo de su candidato y el hundimiento de su credibilidad desde que se compró un casoplón en La Navata que ahora está custodiado las 24 horas por la Guardia Civil.

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Pablo Iglesias Turrión (Madrid, 1978) vuelve a liderar la candidatura de Podemos al Congreso de los Diputados. Tras el fracaso del pacto alcanzado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el líder de Podemos se enfrenta a las elecciones en medio de la crisis más grande por la que ha atravesado su partido. Detonada, precisamente, por una decisión suya: adquirir un chalet de lujo en la sierra madrileña después de haberse coronado como encarnación de los indignados del 15-M.

Padre de dos hijos y con una hija más en camino, Iglesias continúa siendo la cara más visible de Podemos. De hecho, de las cinco personas que fundaron la formación morada en el año 2014, Iglesias es el único que sigue vinculado a ella.

Iglesias se licenció en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid y más tarde se doctoró con una tesis sobre la acción colectiva posnacional. El mismo centro universitario fue testigo de sus clases cuando se convirtió en profesor titular de Políticas. Allí permaneció hasta la fundación de Podemos en 2014.

Iglesias y Errejón en la unversidad
Iglesias y Errejón en la universidad

La ideología izquierdista de Iglesias le viene de familia. Su madre, abogada de CCOO, y su padre, militante del grupo terrorista Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), le inculcaron desde pequeño los principios con los que fundó Podemos.

Iglesias se autodefine como marxista y ha defendido en innumerables ocasiones el sistema comunista. Una de sus obsesiones si llegase a ser presidente del Gobierno es la quitar las distinciones a Antonio Gónzalez Pacheco, alias ‘Billy El Niño’. Es precisamente el reconocimiento de las víctimas del franquismo y el refuerzo de la Ley de Memoria Histórica, dos de sus líneas de discurso desde el comienzo de su andadura como político.

La madre de Iglesias era abogada del sindicato CCOO y su padre militante del grupo terrorista FRAP

Iglesias se dio a conocer en televisión. En el año 2010, comenzó a dirigir y presentar La Tuerka, un programa de tertulia política de la productora Con Mano Izquierda. Tras varias colaboraciones en medios de izquierdas, en 2013 empezó a ser habitual en el programa ‘El gato al agua’ de Intereconomía, lo que permitió que su cara comenzase a tomar relevancia.

En enero de 2014, Pablo Iglesias, Luis Alegre, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa e Iñigo Errejón presentaron Podemos. La relevancia de Iglesias era tal que se usó su imagen como logotipo en las papeletas electorales, una de primeras decisiones que suscitó la crítica por no representar la horizontalidad que prometían en sus discursos. El éxito del líder morado culminó con su elección como eurodiputado y su posterior nombramiento como profesor honorífico de la Universidad Complutense.

Un año después abandonó su escaño en Europa para presentarse como líder de Podemos en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, donde consiguió 44 escaños. La imposibilidad de formar gobierno precipitó la repetición de los comicios que acabaron con la unión de la formación con Izquierda Unida, En Comú Podem, En Marea y Compromís.

Los rifirrafes internos, de los que el partido siempre ha adolecido, culminaron con la celebración de una asamblea del partido que enfrentó a Íñigo Errejón con Pablo Iglesias, la famosa ‘Vistalegre II’. Iglesias salió reelegido secretario general y la relación con Errejón empeoró hasta el punto de relegarle de la mayoría de sus puestos de relevancia, incluido el de número 2.

Iglesias volvió a estar en la cuerda floja el pasado mes de mayo, tras la exclusiva de OKDIARIO que se desvelaba la compra de un chalet de más de 600.000 euros junto a su pareja y nº2 del partido, Irene Montero. Iglesias celebró un plebiscito en el que volvió a ser elegido.

La reelección no subsanó el problema ya que muchos han sido los que le han recordado el cambio de su discurso que pasó de la crítica a «los políticos que viven en chalets» a mudarse a una casa de 2.000 metros cuadrados con piscina y varios agentes de la Guardia Civil apostados en su puerta para su protección.

Iglesias es el único de los cinco fundadores de Podemos que aún queda en la dirección del partido. Errejón, Bescansa y Alegre fueron purgados

Galapagar
El casoplón de Pablo Iglesias e Irene Montero en La Navata (Galapagar).

Un líder sin aliados

La actitud de Iglesias ha hecho a muchos miembros del partido desvincularse del mismo y pasar a formar parte del sector más crítico.

Iglesias se ha rodeado de sus ‘fieles’ para intentar construir una barrera que le impida recibir los ataques de aquellos que denuncian la falta de transparencia del partido y su escasa democracia interna.

El secretario general hace frente así a unas elecciones generales en plena crisis morada propiciada por asuntos como la compra de su chalet, la ruptura con sus socios de gobierno en los distintos territorios, o las continuas denuncias por las imposiciones de candidatos en sus delegaciones.

Pueden ser las últimas elecciones a las que Iglesias se enfrente como líder de Podemos ya que, en los últimos meses ha dejado caer en varias ocasiones que pronto será sustituido por otra persona. Este tipo de afirmaciones ha disparado los rumores de la posible sustitución de Iglesias por su número 2 y pareja, Irene Montero. Sin embargo, Montero parece negar esto y apoya el liderazgo de Iglesias.

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