El ‘oráculo’ Simón pasa en 10 días de hablar de «estabilización» a reconocer que la situación es «grave»
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha pedido este lunes «no matar al mensajero» después de que se le haya preguntado por su predicción fallida de hace diez días, cuando aseguró que la pandemia había entrado en fase de estabilización. «Hay muchas comunidades que están en un nivel de riesgo muy alto», ha admitido Simón.
«Hace 3 semanas teníamos una situación en la que se veía un descenso. Ahora mismo llevamos 3 semanas de ascenso, y un ascenso importante», ha asegurado Simón en la rueda de prensa de actualización de datos del Ministerio de Sanidad este lunes. Sin embargo, a Simón se le ha cuestionado en esa pregunta por una situación que no se produjo hace 3 semanas, sino hace apenas diez días.
El pasado 15 de octubre, llegó a hablar de una «estabilización» de la situación de contagios en toda España y, pasado ese tiempo, el país se ha visto abocado a un nuevo estado de alarma, un toque de queda y confinamientos perimetrales.
La pregunta no ha sido del agrado del experto de cabecera del Gobierno, que ha pedido «no matar al mensajero». «Cuando pretendemos echar la culpa a los epidemiólogos de cómo va la pandemia, es como matar al mensajero. Los datos son los datos que hay. Si la evolución es la que es, es la que es», ha asegurado.
Simón ha admitido que, en relación a los datos que trasladó hace diez días y al optimista pronóstico -que no se ha cumplido-, «quizás hubiese sido más prudente decir inestabilidad».
España, al abismo de la segunda ola
Las comunidades autónomas han notificado este lunes al Ministerio de Sanidad 52.188 nuevos casos de COVID-19, 5.217 de ellos diagnosticados en las últimas 24 horas. Esto supone un notable ascenso con respecto a los 37.889 del fin de semana anterior.
La cifra global de contagios en España se eleva ya a 1.098.320 desde el inicio de la pandemia, según las cifras oficiales. La incidencia acumulada en los últimos 14 días se sitúa en 410, frente a los 361,66 del viernes, con un total de 192.893 positivos en las pasadas dos semanas.
De los 5.217 casos ayer, 315 se han producido en Andalucía, 762 en Aragón, 247 en Asturias, 52 en Baleares, 42 en Canarias, 164 en Cantabria, 77 en Castilla-La Mancha, 12 en Castilla y León, 633 en Cataluña, 23 en Ceuta, 24 en Comunidad Valenciana, 364 en Extremadura, 597 en Galicia, 370 en Madrid, nueve en Melilla, 25 en Murcia, 501 en Navarra, 891 en País Vasco y 109 en La Rioja.
Alerta y toque de queda
El Gobierno aprobó este domingo el decreto del nuevo estado de alarma que, como medida principal, contempla un ‘toque de queda’ nacional y obligatorio, entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana. Pedro Sánchez justifica la medida en que es «necesaria» para ciudadanos y sectores económicos. El ‘toque de queda’ supondrá, no obstante, un golpe durísimo para la economía y especialmente para el sector hostelero, ya muy golpeado por la crisis.
Sánchez, pese a ello, consideró que el estado de alarma «lo exigen los ciudadanos para da un horizonte de tranquilidad, sosiego y certidumbre a su día a día» pero «también los actores económicos para dar un horizonte de garantías de trabajo a las empresas y empleos», además del Ministerio de Sanidad «para trabajar con las herramientas durante el tiempo que haga falta».
El Ejecutivo planteará al Congreso una única prórroga, que se extenderá hasta el 9 de mayo, lo que permitirá a Sánchez esquivar la necesidad de negociar los apoyos en sucesivas ampliaciones. El socialista evitará también acudir a la Cámara a defender las medidas, ya que ha decidido delegar esa obligación en el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Sánchez aseguró que «si las circunstancias lo permiten, el Gobierno levantará el estado de alarma sin demora».
El jefe del Ejecutivo, que durante meses negó la segunda ola, dibujó este domingo un panorama sombrío y llegó a decir que «la situación es extrema». De nuevo, como es habitual en sus intervenciones, apeló a la «responsabilidad» de los ciudadanos: «La batalla va a ser dura, pero con disciplina social, unidad y moral de victoria lo vamos a lograr», advirtió.