Oleada de ataques de los cachorros de Otegi contra los cuarteles de la Guardia Civil
Se han registrado al menos cuatro ataques en los últimos días en acuartelamientos del País Vasco

Los cachorros del etarra Arnaldo Otegi, líder de Bildu y socio de Pedro Sánchez, están perpetrando una oleada de ataques contra los cuarteles de la Guardia Civil del País Vasco. La organización juvenil de la izquierda abertzale Ernai ha cometido al menos cuatro en los últimos días, según ha informado a OKDIARIO la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la mayoritaria, denunciando esta «grave escalada de ataques» a manos de estos radicales.
Entre ellos, se encuentra uno cometido contra la casa cuartel de Tolosa, donde lanzaron huevos contra la fachada y «colocaron una pancarta intimidatoria». Los hechos se produjeron con familias y menores dentro de las viviendas del acuartelamiento, lo que representa «un riesgo intolerable para la seguridad de quienes dedican su vida al servicio público», señala a este diario Olaya Salardón, portavoz de la AUGC.
Los ataques han sido difundidos en redes sociales por Ernai, en los que los autores son perfectamente reconocibles, y junto a mensajes como éste: «La Guardia Civil es una fuerza ocupante y un símbolo claro del españolismo. Este fin de semana hemos dejado claro que esto no es ni Francia ni España, sino Euskal Herria. ¡Independencia para la juventud!».
Estos hechos se producen a raíz de que el ex terrorista de ETA Arnaldo Otegi llamara el pasado 2 de noviembre a los vascos a «defenderse»: «Somos un pueblo sin límites». Otegi hizo este llamamiento en Vitoria, en un acto junto a víctimas del franquismo y de la «violencia del Estado», en el que afirmó que EH Bildu «forma un bloque que tiene memoria y responsabilidad», y que va a «ejercer» dicha responsabilidad «tratando de prevenir» que «el bloque reaccionario que asoma en España y Francia llegue».
Además, señaló que la respuesta a esta situación se ha de dar «con el estilo de EH Bildu». «Al fascismo no se le puede hacer frente desde la improvisación, el individualismo ni el tacticismo. Al fascismo y al autoritarismo se les hace frente en términos estratégicos», manifestó el que fuera jefe de la banda terrorista ETA.
Él señalaba los objetivos de ETA y cuando había que incendiar la calle mediante el terrorismo callejero, él daba la instrucción y las calles del País Vasco se incendiaban sistemáticamente, como está ocurriendo ahora a manos de sus cachorros.
Delitos de odio
Los ataques a acuartelamientos se enmarcan en una ofensiva más amplia que incluye la quema y retirada de banderas, la vandalización de sedes del Partido Popular, el señalamiento a empresas que distribuyen productos españoles y el derribo del último Toro de Osborne existente en el País Vasco, en la localidad alavesa de Rivabellosa.
Un centenar de miembros de Ernai, organización juvenil de Sortu, ha defendido este martes, en una movilización en el Frontón de Deusto (Vizcaya), los ataques que viene perpetrando desde la semana pasada y que califica de «lucha». Los cachorros de Otegi alegan que responden a la «ofensiva de la extrema derecha y el fascismo», y dicen que, pese a su «criminalización», seguirán «trabajando por los mismos principios» porque lo contrario sería «vender a este pueblo».
La AUGC considera que no se trata de hechos aislados, sino de una campaña coordinada de radicalidad ideológica dirigida a «intimidar tanto a guardias civiles como al conjunto de ciudadanos que no comparten su visión excluyente».
La asociación mayoritaria de la Guardia Civil reclama que estos hechos sean investigados como delitos de odio, dado que «atacan directamente a los guardias civiles y a sus familias por su condición profesional».
«No puede normalizarse que quienes garantizan la seguridad de todos vivan con el temor permanente de que sus hogares sean objeto de agresiones», subraya Olaya Salardón, denunciando que «la pasividad institucional ante esta escalada sólo contribuye a aumentar la sensación de vulnerabilidad entre las familias que residen en estos centros».
La AUGC exige al Ministerio del Interior la puesta en marcha de medidas urgentes para reforzar la seguridad de los acuartelamientos, como son el refuerzo de personal en los puestos afectados; instalación de más cámaras, iluminación y sistemas de videovigilancia; mayor presencia de patrullas y apoyo externo; y protocolos específicos de protección para instalaciones con familias y menores.
Asimismo, reclama una condena pública y clara por parte de todas las instituciones.
«La protección de los guardias civiles y de sus familias no puede esperar», sentencia la AUGC, destacando que continuará denunciando cada ataque, cada intimidación y cada gesto de hostigamiento. «Nuestra obligación es defender a los guardias civiles y garantizar que sus hogares estén protegidos frente a cualquier amenaza», concluye Olaya Salardón.