OKDIARIO adelantó que el software de Begoña costó más de 60.000 € y se pagó con dinero público de la UCM
El primer medio en destapar el escándalo del software de Begoña Gómez fue OKDIARIO, el pasado 9 de abril, cuando informó que la mujer del presidente Pedro Sánchez había contratado por 60.500 euros procedentes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) el desarrollo de una web para captar datos de potenciales clientes bajo la marca de su nueva empresa, Transforma TSC.
Esto lo hizo tras impulsar personalmente un contrato del Rectorado de la UCM con una gran consultora tecnológica para el concepto «Servicio de asistencia técnica y tecnológica para la creación de una plataforma de gestión y medición de impacto para la pequeña y mediana empresa». Ese encargo se ha materializado en la web transformatsc.org, que coincide plenamente en su denominación con la compañía que registró a su nombre en noviembre, Transforma TSC SL. Begoña Gómez es administradora única de esa sociedad limitada con un capital social de 3.000 euros.
La esposa de Sánchez pretendía utilizar su software pagado con dinero público de la UCM para captar nuevos clientes, en concreto, 150 empresas españolas a las que ayudar en su puesta al día en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sólo se presentaron dos ofertas y se escogió la más económica, de 60.500 euros, impuestos incluidos. El lugar de ejecución de la plataforma fue la «Escuela de Gobierno UCM-Cátedra de Transformación Social Competitiva». Los trabajos de desarrollo con la consultora tendrían que alargarse durante tres meses, que ya han concluido.
Gómez registró el software en la Oficina de Patentes a nombre de una empresa de la cual es propietaria al 100%. Este hecho sugiere una posible apropiación indebida, ya que la aplicación fue financiada y desarrollada en parte con recursos públicos. La propia Complutense tuvo que abrir una investigación interna para descubrir la titularidad de este software, que además contó con financiación de Telefónica, Indra y Google por un monto de otros 150.000 euros, tal como informó El Confidencial. El lugar donde la mujer de Sánchez domicilió la propiedad del dominio del software es el piso de la calle Tramontana (Pozuelo de Alarcón) donde residía junto a Sánchez antes de llegar a Moncloa.
Inversión de 150.000 euros
Esto motivó que la asociación Hazte Oír se querellara el pasado 7 de junio por segunda vez contra Gómez, al atribuirle a la pareja del presidente del Gobierno los delitos de administración desleal, apropiación indebida, malversación e intrusismo por el caso del software. Hazte Oír indica que «la Universidad Complutense no suele contratar la realización de un software salvo que sea para algo muy complejo, porque cuenta con una Facultad de Informática y un servicio informático de elevada competencia».
Señala, además, que Begoña Gómez se reunió con directivos de Indra, Telefónica y Google para pedirles que desarrollaran gratuitamente una aplicación para el máster y esas empresas empezaron a desarrollarlo invirtiendo una cantidad cercana a los 150.000 euros, pero no finalizaron la aplicación en algún caso por «posible conflicto de intereses». Así, recuerda que Indra rompió a finales de 2022 la relación con la cátedra y en ese momento anunció su incorporación a la misma como aliado Human Age Institute.
Según la querella, finalmente «la Complutense licitó un contrato de servicio de asistencia y asesoría tecnológica para la creación de una plataforma de gestión y medición de impacto para la pequeña y mediana empresa en la Universidad, cuyos pliegos de prescripciones técnicas los elaboró personalmente Begoña Gómez», adjudicándose a Deloitte Consulting por de 60.500 euros, tal como informó OKDIARIO.
Asegura que «desde la web transformatsc.org, presuntamente de Begoña Gómez, se ofrece el software de la cátedra de transformación social competitiva que permite a las pymes que se adapten a criterios de sostenibilidad concretos para acceder a financiación e inversores». Y concluye que en esta web «no figura en su hoja inicial el logo de la Complutense pero sí la marca registrada por Begoña Gómez».
Tras varios días de silencio, la mujer de Sánchez envió el pasado martes un comunicado a varios medios afirmando que no se había «apropiado de la plataforma de la UCM, que no ha sido registrada como tal todavía por parte de la Universidad, por lo que no existe ningún documento que diga que es de su propiedad» y que el referido software era «gratuito y no tiene ni integra opciones de venta, ni de comercialización, ni aloja ninguna posibilidad de transacción comercial».
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