Núria Parlon esconde en campaña su intención de apoyar el referéndum independentista
El PSC elegirá este sábado a su líder en unas reñidas primarias entre el actual primer secretario del partido, Miquel Iceta, y su número dos, la alcaldesa Núria Parlon, y cuyo desenlace no solo marcará el rumbo próximo de los socialistas catalanes, sino su relación con un PSOE en plena crisis interna. Entre los socialistas afirman que la batalla está muy reñida en las diferentes federaciones y critican el cambio de discurso en Parlon durante esta campaña. La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet ya advertía en marzo que estaba dispuesta a hacerle frente al actual primer secretario del PSC, Miquel Iceta. Sin embargo, muchos criticaron sus formas abriendo una brecha que parecía enterrada en la formación catalana: la del derecho a decidir.
«El PSC tiene un problema con el PSOE a la hora del derecho a decidir», dijo Parlon en marzo tras confesar que su posición era minoritaria. La catalana defendió un modelo que no tenía fundamentación jurídica ya que buscaba «avanzar en un marco de reformas constitucionales que avale, a través de una consulta, el proceso de reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y la singularidad de Cataluña». Lo que algunos calificaron «ni fú ni fa» porque tampoco decía abiertamente que buscaba la autodeterminación. Más tarde, Parlon volvió a cambiar de discurso para asegurar que «Cataluña es una nación y tiene identidad propia» y si ella fuera elegida asegura que «haría un referéndum para preguntar por la forma de convivir en un nuevo modelo de Estado».
Tras estas declaraciones, Parlon se pasó en julio a la ‘vía canadiense’ propuesta por Iceta. Tal y como publicó OKDIARIO, se trata de una ‘Ley de claridad’ que, entre otros puntos, acepta que si una parte considerable del país independizado (una provincia) no se quiere separar del de origen, se le conceda tal derecho. Es decir, que si en Tarragona sale el “no” se podrían quedar en España. Cabría preguntarse ante este punto, si los dirigentes del PSC y las fuerzas independentistas asumirían la participación de su indisoluble Cataluña. Iceta propuso esta vía como «plan B» en caso de que la reforma constitucional fuera rechazada por los catalanes, un escenario de fracaso que Parlon ve innecesario plantear ahora. Sin embargo y tras anunciar que esta vía sería muy buena, tanto para Cataluña como para España y su partido, ahora y en campaña cambia de discurso para buscar un giro a la izquierda del PSC.
Parlon busca abrir el debate en el partido sobre si el PSC debe tener grupo propio en el Congreso, y confiesa que, en el pasado, era partidaria de tenerlo, pero que con el tiempo ha cambiado de opinión. «Mucha gente piensa que el PSC está supeditado al PSOE. Hay que dejar bien claro que somos partidos que compartimos el ideario, pero que somos diferentes», señaló.
Distintas formas de liderar el PSC
Quizás a simple vista las diferencias ideológicas entre ambos no resultan evidentes, pero en estas primarias se contraponen dos visiones distintas de cuál debe ser la orientación del partido tanto en los próximos meses de la política catalana como en la tensionada relación federal con el PSOE y la formación del nuevo Gobierno.
Así, en el ámbito catalán, Iceta enarbola el perfil pactista del PSC y el suyo propio en busca de atraer el voto catalanista moderado en pleno choque de trenes entre Generalitat y Estado; Parlon, en cambio, reivindica un golpe de timón a la izquierda para recuperar terreno a los ‘comunes’ y conectar con los nuevos flujos sociales.
Pero estas primarias también tendrán su reflejo en Madrid, pues gane quien gane, los dos aspirantes coinciden plenamente en que el PSC debe mantener su negativa a investir a Mariano Rajoy, aunque sea a costa de romper la disciplina de voto en el Congreso.
De hecho, Iceta ha enviado este viernes una carta a la militancia pidiendo el voto para las primarias y dejando claro que «haga lo que haga el PSOE», el PSC se mantendrá en el ‘no’ a Rajoy, ya que con una abstención, ha advertido, se correría el riesgo de pasar del «sorpasso» a un «repaso» de Podemos.
Y Parlon ha hecho un llamamiento al PSOE a mantenerse «firme» en el ‘no’ e ir a terceras elecciones «sin incoherencias ni hipotecas», y ha avanzado que el PSC «pagará la multa» si rompe la disciplina de voto, además de dar un toque de atención a la gestora: «Algunas declaraciones que están haciendo deberían medirlas un poco más».
Por otro lado, tanto Iceta como Parlon apuestan por la «suma» y contarán el uno con el otro si vencen: Iceta ofrecerá a Parlon seguir siendo su número dos con mayor peso y ser la portavoz del partido; Parlon quiere a un Iceta como presidente «institucional» del PSC y que continúe al frente del grupo parlamentario.
Todo el trabajo intenso de ambos aspirantes en los últimos meses finaliza mañana, donde la influencia de algunas grandes federaciones podría acabar decantando la balanza, mientras el PSOE mira de reojo al desenlace en la sede de calle Nicaragua en Barcelona.