El nº 2 de Ximo Puig hace caja en su bufete con las reclamaciones de hosteleros por el cierre en Valencia

Manuel Mata
Manuel Mata, ex síndico socialista en las Cortes Valencianas que participa en la defensa de Jaime Febrer.
Carlos Cuesta

Manuel Mata Gómez es el número dos de Ximo Puig y todo un hombre de negocios que ve la oportunidad hasta en el coronavirus. Es, a la vez, abogado y portavoz socialista en el Parlamento valenciano. Su Gobierno ha sido uno de los más restrictivos con la hostelería: ha ordenado el cierre arruinando a buena parte de los bares y restaurantes. Pero él, como buen emprendedor, hace caja con las reclamaciones judiciales de esos mismos restaurantes, precisamente, por haber sido cerrados. Eso sí, sus demandas se dirigen contra las aseguradoras, no contra su Gobierno, no vaya a ser que una de sus dos labores estrella haga aguas.

Mata es el portavoz del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas; número dos de Ximo Puig en el partido, como le reconoce todo el abanico político de esa región y también es un abogado experto en reclamaciones: “Abogado desde 1984. Ahora en Mata&Romero”.

Como jurista su especialidad es precisamente la que él mismo define así: “Abogado litigante especializado en derecho penal y responsabilidad civil sanitaria”. Y en pandemia, ha decidido que, con una mano impulsa el cierre de la hostelería, y con la otra, pleitea por sus derechos. 
No sólo es que esté haciendo caja con las reclamaciones. Es que, al más puro estilo de los abogados norteamericanos, persigue esas acciones legales de forma incansable.

“Buenas tardes. He tenido conocimiento de una sentencia de la audiencia Provincial de Gerona que ha condenado a una aseguradora a indemnizar con 6.000 € a un local de hostelería que tuvo que cerrar por las medidas anti-Covid. Si conocéis a alguien que tenga un negocio de hostelería o de otro tipo que haya tenido que cerrar, le podéis decir que me mande a mi correo [email protected] copia de la póliza de daños o responsabilidad civil para verificar si es posible reclamar. Gracias”. Así es el texto de un mensaje que ha hecho correr para hacerse con más casos, con más lucrativas reclamaciones, con más acciones a la desesperada de todos aquellos hosteleros que han cerrado por decisiones como la de su Gobierno regional.

Hay que recordar que el 19 de enero, la Comunidad Valenciana adoptó una de las medidas más drásticas durante esta tercera ola del coronavirus: la Generalitat decretó el cierre total de toda la hostelería, ante la preocupante expansión del virus en la región, durante 14 días. Además, a los comercios se les impuso el cierre a las 18:00 horas de la tarde en todo el territorio durante 14 días.

Esta medida llegó sólo un día después de que Fernando Simón señalara públicamente al sector hostelero asegurando que «lo que más reduce la transmisión es cerrar el interior de los bares».

La Comunidad Valenciana ya tenía previamente medidas muy negativas para la hostelería. Antes de decretar este cierre total en la autonomía ya estaba en vigor su cierre a las 17:00 horas. Algo que les imposibilitaba dar cenas y que sólo amortizaban con las comidas. Y, ahora, todos ellos podrán reclamar por el importe de los daños gracias al despacho de abogados de uno de los impulsores de sus cierres.

Críticas a Ayuso

El PSOE de Manuel Mata, de hecho, no ha dejado de criticar la postura de Isabel Día Ayuso de mantener abiertos en la medida de lo posible los negocios de hostelería.

De hecho, de un tiempo a esta parte, los viajes de Isabel Díaz Ayuso fuera de Madrid se han saldado con gritos de apoyo por parte del sector de la hostelería, bien sea en Cataluña o en Castilla-La Mancha. Al grito de «¡Queremos una Ayuso!», los hosteleros de esas comunidades exigían al Gobierno regional de turno, como ocurrió, por ejemplo, con el del socialista Emiliano García-Page, un cambio en las medidas de restricción de horarios que les permita abrir sus negocios. Los vítores a la presidenta madrileña han conseguido encolerizar a la izquierda, que observa con preocupación la creciente popularidad de Ayuso.

Lo cierto es que el Gobierno de Madrid ha sabido conjugar las medidas para frenar la expansión del coronavirus con medidas que no ahogan al sector de la hostelería como en otros territorios. Los datos epidemiológicos han demostrado que es posible aplicar restricciones sin arruinar a un sector clave para la economía nacional. Comunidades donde se han llevado a cabo medidas restrictivas que han ahogado a la hostelería presentan estadísticas sanitarias de forma habitual peores que las de Madrid.

Pero ahora, con Mata, al menos los hosteleros podrán contar con un gran conocedor de los cierres. Tanto, que los ha impulsado él personalmente.

 

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