Moncloa propone a ERC reunir la mesa entre las elecciones vascas y el homenaje a las víctimas del Covid

Paralelamente, por si descarrila la mesa del referéndum, Moncloa refuerza las relaciones con Ciudadanos para convertirlos en sus nuevos socios permanentes

Pedro sánchez
Pedro Sánchez y Gabriel Rufián, en el Congreso. Foto: EFE
Joan Guirado

Entre las elecciones vascas y gallegas y el homenaje a las víctimas del coronavirus. O lo que es lo mismo, entre el 12 y el 16 de julio. Esas son las fechas que maneja el Gobierno de Pedro Sánchez para volver a reunir la mesa de negociación del referéndum separatista, según ha podido saber OKDIARIO. Moncloa ya habría trasladado a Esquerra Republicana su disposición para reunirse uno de esos cuatro días.

La elección de ese período de tiempo tan corto responde a la negativa del Partido Socialista de celebrar la reunión antes de las elecciones vascas y gallegas del próximo día 12, como le exigen sus socios de Podemos y los de ERC. Tampoco quiere que el acto de homenaje a los fallecidos por el Covid-19, que presidirá el Rey, se convierta en un gran mentidero donde se diga qué van a dar y qué no a Cataluña con Felipe Vl allí presente.

Con todas estas citas en la agenda del presidente del Gobierno, y con un Consejo Europeo presencial que empieza en Bruselas el 17 de julio, Pedro Sánchez no quiere que la reunión se demore más allá de esa semana. La siguiente ya es la última semana políticamente hábil del actual curso político y tras la vuelta de las vacaciones, a principios de septiembre, el Ejecutivo ya quiere llevar los Presupuestos al Congreso para iniciar su trámite parlamentario.

Si la reunión bilateral con el Govern no va bien, y Moncloa ve alejarse cada vez más a ERC, esa última semana de julio se empleará en acercarse a Ciudadanos. Un acercamiento que se mantendrá a lo largo de todo el mes de agosto para saber si, dentro de los plazos que la ministra de Hacienda María Jesús Montero lleva en mente, los PGE pueden empezar a andar. La inhabilitación de Quim Torra, un posible rebrote en otoño y las elecciones catalanas podrían arruinar un pequeño retraso en la tramitación de las cuentas.

De momento ERC no ha dicho ni si ni no a las fechas propuestas por el Gobierno aunque sí han especificado que no quieren supeditar una mesa ya pactada desde hace meses al calendario electoral de otros. En la misma línea se pronuncia Podemos que, a diferencia del PSOE, pretende que el Gobierno y la Generalitat se puedan reunir cuanto antes. Cuando Carmen Calvo, Pere Aragonès, Adriana Lastra y Gabriel Rufián se pongan de acuerdo con el día y la hora, Moncloa lo trasladará al gabinete de Quim Torra, que parece no estar por la labor.

Pendientes del PNV

Más allá de no querer interferir en lo que se juegan en las elecciones vascas y gallegas -sobre todo en estas últimas donde el electorado es más contrario a las tesis separatistas de los catalanes- el PSOE de Pedro Sánchez está pendiente también del PNV y el resultado que obtenga el 12 de julio. Nadie duda de la victoria otra vez del nacionalista vasco Iñigo Urkullu, que en la actualidad gobierna gracias a los socialistas.

Si en estas próximas elecciones Urkullu logra la mayoría absoluta, y el PSOE deja de ser útil al PNV, los vascos subirán el precio de su lealtad al Ejecutivo de Sánchez. Eso podría complicar más la aprobación de los Presupuestos y la viabilidad de la legislatura. Sánchez irá a la mesa ya con ese panorama despejado y sabiendo qué puede ofrecer y qué no a ERC para salvar su cuello.

Ciudadanos en la recámara

Si finalmente las partes no llegan a un acuerdo para reunir a la mesa del referéndum, en julio, Moncloa lo utilizará para abrazarse a Ciudadanos. Los de Inés Arrimadas exigen al Gobierno el fin de esta mesa de cara a convertirse en un aliado permanente de la coalición socialcomunista. El desacuerdo sería aprovechado por el Gobierno para vender ante Ciudadanos que no quieren ceder frente al independentismo.

Torra no quiere la mesa

Torra no ve con buenos ojos la celebración de la mesa con el Gobierno el próximo mes de julio. Tal como ha avanzado este periódico, considera que la foto de un nuevo encuentro sólo aportaría beneficios al Partido Socialista y a Esquerra Republicana, sus principales rivales en las próximas elecciones catalanas que, como muy tarde, se celebrarán entre enero y febrero.

Sin un calendario concreto que permita desbloquear la situación política, el sector más radical del Govern no ve apropiado celebrar la bilateral. Desde el entorno de Torra dan por hecho que, si el PSOE no cambia radicalmente su actitud, «no habrá» reunión el próximo mes.

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