Illa pacta con ERC arrinconar el español en la administración y la empresa en favor del catalán
Este plan comenzó a gestarse durante el Ejecutivo de Pere Aragonés y está dotado con 255 millones

El president de la Generalitat, Salvador Illa, se ha rendido a las exigencias de sus socios independentistas y ha firmado junto con ERC y los Comuns el Pacte Nacional per la Llengua. Este plan para arrinconar el castellano, que comenzó a gestarse durante el Ejecutivo de Pere Aragonés, está dotado con 255 millones, y tiene como objetivo imponer el catalán en toda la administración pública y en las empresas privadas.
El pacto ha fijado como objetivo aumentar el número de hablantes en catalán «en al menos 600.000» entre 2025 y 2030, lo que supondría 100.000 hablantes más al año. El documento, firmado este martes por el Govern, PSC, ERC, Comuns, sindicatos, patronales y entidades, sitúa en 5.454.700 personas el número de hablantes en Cataluña de más de 14 años en 2023 -último año del que se tiene datos-.
El presupuesto inicial para el despliegue del pacto es de 255 millones de euros para 2025, que se destinarán a nueve grandes objetivos del plan, y el ámbito educativo será el que contará con más recursos, más de 106 millones de euros. En concreto, se destinarán más de 78 millones de euros a incrementar el número de aulas de acogida «para adecuarlo a la demanda».
El siguiente objetivo con más recursos será la oferta cultural y comunicativa, que obtendrá 73 millones -57 a cultura y 15 millones para comunicación-. En tercer lugar, se encuentra el impulso de la enseñanza y el uso de la lengua entre personas adultas, con más de 54 millones, de los cuales más de 47 servirán para relanzar el Consorci per a la Normalització Lingüística (CPNL).
Otro de los objetivos del pacto es «convertir el catalán en una lengua plenamente oficial de iure y de facto en las instituciones públicas, en las empresas y los servicios» e incorporar el uso, aprendizaje y acreditación del catalán en el mundo del trabajo. El pacto buscará garantizar el catalán «como lengua compartida y equipada para los retos contemporáneos», así como fomentar el compromiso social con la lengua.
Illa ha apuntado que este Pacto Nacional fija un «diagnóstico claro» sobre la salud del catalán, las medidas que deben tomarse para impulsar su uso y los recursos necesarios para lograrlo. «A partir de hoy tenemos el deber compartido de llevar el pacto del papel a la calle», ha sentenciado el president, que también ha asegurado que los firmantes se comprometen de forma «solemne» a defender el catalán.
Autoritarismo lingüístico
El portavoz del PP en el Parlament, Juan Fernández, ha acusado a Illa de abonar el «autoritarismo lingüístico». «Hoy es la demostración de que Catalunya no ha iniciado una nueva etapa. El PSC ha dejado de ser un partido político, ahora es un instrumento de Pedro Sánchez al servicio del independentismo», ha sostenido en rueda de prensa en la Cámara catalana.
Es más, le reprocha haber abandonado «el constitucionalismo de la peor manera que lo podía hacer, que es abonando el autoritarismo lingüístico que impera en Catalunya durante los últimos años» y al que atribuye gran parte de la responsabilidad de la situación de la lengua. Para Fernández, en el Pacte Nacional per la Llengua no se defiende el catalán y sí se «secuestra a la lengua catalana para convertirla en un instrumento de poder al servicio del separatismo».
Por su parte, para Junts el contenido del pacto es «básicamente un acuerdo del tripartito que gobierna la Generalitat» y ha negado que la decisión de la formación de no adherirse responda a una cuestión partidista. «No queremos ser cómplices de un ejercicio que parece más pensando para salir del paso y hacer ver que se actúa o para generar un titular, que no para otra cosa», ha sostenido la formación de Carles Puigdemont que, pese a respetar que entidades como Òmnium Cultural y Plataforma per la Llengua lo firmen, ha destacado que no lo hace Ustec Stes, sindicato mayoritario entre profesores no universitarios.
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