La mesa de Putin y Macron es ‘made in Spain’: se construyó en la localidad valenciana de Alcàsser

Vladimir Putin y Emmanuel Macron, reunidos en el Kremlin
Vladimir Putin y Emmanuel Macron, reunidos en el Kremlin. AFP.

La famosa mesa de la sala del Kremlin donde Putin y Macron mantuvieron su reunión la semana pasada no deja de generar noticias. Tras trascender que el verdadero motivo de la distancia de seis metros ente ambos fue la negativa de Macron a hacerse una PCR por el temor a dejar su ADN en Rusia, hoy se ha conocido que la mesa es made in Spain. La mesa que distanciaba seis metros a Putin y Macron se construyó nada menos que en Valencia, en concreto, en la localidad de Alcàsser.

El constructor, Vicente, la reconoció en seguida cuando la vio por televisión. Se acordó de inmediato de que intermediarios del Kremlin contactaron con su empresa después de que una delegación rusa fuera a la Feria del Mueble de Valencia. El encargo: amueblar la zona presidencial del Kremlin.

«Hicimos muchas cosas para ellos. Es un orgullo, pero era una responsabilidad muy grande, no se podían cometer fallos y tenías que seguir estrictamente sus instrucciones», asegura Vicente a Nius, que ha informado de la historia.

Vicente guarda el recuerdo inicial en nebulosa, cree que el encargo se produjo en 2005, con Putin ya a los mandos de Federación Rusa. El sector del mueble valenciano es uno de los más importantes de la Comunidad y su trabajo es muy reconocido nacional e internacionalmente. De hecho, empresas del sector reciben encargos de multitud de gobiernos, muchos de ellos de países del cercano y mediano Oriente, por los que pagan muchísimo dinero.

En esta ocasión, Vicente recuerda que la madera con la que se construyó la famosa mesa es de haya del sur de los Alpes, en la frontera entre Francia e Italia. Él personalmente viajó allí y eligió los árboles. Todos nacidos a crecidos en sombra, porque así el poro de la madera es de menor grosor y es más fácil aplicar los tratamientos de barniz y el lacado posterior.

Un lacado que el Kremlin exigió que fuera en blanco, una técnica que hasta ese momento no habían utilizado. El toque final del decorado fue exigencia del gobierno ruso, y es debía llevar pan de oro. Este elemento es muy del gusto de rusos y árabes, que llenan sus palacios y palacetes con ornamentaciones de pan de oro. «Lo trajimos expresamente del mejor fabricante de Italia para satisfacer sus exigencias», recuerda también Vicente.

El último gran proyecto, según relata Nius, consistió en amueblar la casa oficial de recepciones del Gobierno ruso, un palacete del siglo XIX llamado Dom Morozova. «Llegó un momento, que mi hijo, que era el que acudía a revisar el montaje, ya paseaba por el Kremlin, uno de los lugares del mundo con más medidas de seguridad, como si estuviera en casa y hasta los guardias le saludaban».

Las autoridades rusas debieron quedar satisfechas con la calidad de los muebles y llegaron más encargos, entre ellos, todas las mesas de las reuniones del BRICS, la asociación económica-comercial que agrupaba en 2006 a las por entonces cinco economías emergentes más importantes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Ahora, casi 20 años después, Vicente, el carpintero de Valencia, ha vuelto a ver su creación a través de los medios de comunicación merced a la reunión  de Putin y Macron. Ha visto aquella mesa y ¿qué es lo primero en lo que se ha fijado? En si tiene algún defecto, según él mismo ha asegurado. Así es el ojo del profesional valenciano.

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