Marlaska pierde el control de La Línea: los narcos ya disparan a matar a la Policía

Al Ministerio del Interior se le ha ido de las manos el control de la situación en La Línea de la Concepción. Las protestas que vienen registrándose en las calles del municipio gaditano en las últimas jornadas alcanzaron su punto más preocupante en la noche del miércoles al jueves: un furgón de la Policía recibió el disparo de un cartucho del calibre 12,7 que atravesó la protección metálica de la luna del vehículo. El informe preliminar del suceso apunta a que el tiro «iba a matar».

La Policía sabe que tras las violentas algaradas que se están produciendo en La Línea está la mano inconfundible del narcotráfico. La muerte de dos vecinos del municipio esta semana, ahogados en el mar cerca de una narcolancha, ha vuelto a incendiar las calles. Acusan a las fuerzas del orden de haberles dejado morir, aunque el atestado policial lo desmiente rotundamente.

Lo peor, tras tres jornadas de violencia callejera, llegó la pasada madrugada. Alrededor de las cinco de la mañana, tres furgones de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional se desplazaron hasta el barrio de Las Palomeras. Allí localizaron a unas 30 personas que estaban montando barricadas con contenedores ardiendo.

Los agentes llegaron al lugar, según aseguran fuentes policiales a OKDIARIO, con orden de mantener posiciones y «no realizar una carga» para disolver la turba. Sin embargo, una vez allí, las unidades desplegadas detectaron una detonación y un fuerte impacto en la parte frontal de uno de los vehículos.

Los integrantes del dispositivo, una vez de vuelta a la base, analizaron la zona del impacto y descubrieron algo muy alarmante: el proyectil había destrozado la rejilla de protección metálica de la luna delantera para terminal alojado en el marco frontal. Recuperaron el proyectil y comprobaron que se trataba de un extraño cartucho, similar al de un arma de caza.

Cartuchos especiales

Una vez analizado por parte de especialistas, determinaron que se trataba de un cartucho de bala Brenneke del calibre 12,70, una munición con forma de cartucho en cuyo interior hay una bala penetrante de gran potencia y precisión a larga distancia. Son balas que se utilizan habitualmente en la lucha antiterrorista por su gran capacidad de parada contra enemigos.

Este hallazgo ha sorprendido y preocupado a partes iguales a los agentes que patrullan en La Línea. En primer lugar porque, como consta en el informe preliminar del suceso, este tipo de munición pudo haber provocado heridas graves o incluso la muerte a alguno de los agentes que iba en el interior del vehículo. El disparo, explican, tiene «capacidad letal» de sobra como para provocar bajas.

«Si atraviesa, te fulmina»

Así lo creen también desde la asociación Policías Siglo XXI, que tras analizar las imágenes del impacto y la capacidad de penetración de esa bala aseguran que era un «disparo a matar». «Si atraviesa la luna, te fulmina. Si da en la ventanilla lateral, la atraviesa y te mata. En las puertas, que están más blindadas, las atraviesa y te puede hacer un buen boquete en las piernas», explican.

La situación en La Línea, tras tres jornadas de violencia contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ha alcanzado un punto de no retorno. Los agentes de la zona se quejan de que desde el inicio de los disturbios se ha mantenido una actitud pasiva que sólo ha servido para «envalentonar» a los narcotraficantes.

«Nos atraen quemando todo tipo de mobiliario urbano y luego nos lanzan piedras, adoquines, material pirotécnico y cócteles molotov», explican fuentes policiales. Los agentes reclaman una respuesta más contundente por parte de Interior, con unidades con mayor capacidad de acción que las UPR que se están utilizando hasta ahora.

La reacción de Marlaska

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha manifestado que «este Gobierno no va a permitir ningún acometimiento, ningún ataque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como lo acontecido esta madrugada».

A preguntas de los periodistas, el ministro ha lamentado «profundamente» el fallecimiento de las dos personas ahogadas el pasado lunes tras tener problemas en la embarcación en la que navegaban, tal y como consta en el atestado policial.

A partir de ahí, ha asegurado que «este Gobierno no va a permitir ningún ataque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». «Es algo indiscutible que se ha hecho un trabajo muy serio restableciendo la seguridad, el Estado de Derecho y el principio de autoridad en el Campo de Gibraltar y en las zonas colindantes durante estos tres años».