Ministerio del Interior

Marlaska impartirá clases a los presos sobre los «cuidados de la piel» en la cárcel

Interior ha llegado a un acuerdo con la Fundación Piel Sana para el desarrollo de formaciones en cuidados de la piel

Marlaska presos
Fernando Grande-Marlaska.

El Ministerio del Interior ha firmado un acuerdo para impartir formaciones sobre «el cuidado de la piel» a los internos de los centros penitenciarios. El organismo encabezado por Fernando Grande-Marlaska pone a disposición de los presos los recursos necesarios para poner en práctica estas formaciones sobre cuidado del cutis, con el objetivo de «facilitar así su integración en la sociedad».

Interior ha llegado a un acuerdo con la Fundación Piel Sana (FPS) de la Academia Española de Dermatología y Venereología para el desarrollo del programa de formación en cuidados de la piel y prevención de infecciones de transmisión sexual de intervención con internos en centros penitenciarios. Desde el Ministerio de Marlaska se encargarán de impulsar y coordinar programas de intervención con los presos, relacionados con cuidado cutáneo y las enfermedades venéreas.

«A la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias le corresponde la formación, educación y cualquier otra actividad tendente al desarrollo de la personalidad de la población reclusa en centros penitenciarios y de los liberados y las liberadas condicionales», reza el acuerdo publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Mediante este acuerdo alcanzado entre Marlaska y la FPS se desarrollarán talleres y formaciones para la conservación y cuidado de la piel sana para los presos. «La Fundación Piel Sana diseñará junto con los centros penitenciarios las actividades a desarrollar, la planificación, horario y coordinación de las mismas, así como poner a disposición todos los medios necesarios para la realización de las actividades objeto del presente convenio», apuntan.

Tensión en las cárceles

Los médicos no quieren ir a las cárceles de Fernando Grande-Marlaska. El Ministerio del Interior ha reconocido el caos en el que se encuentra el sistema penitenciario por la falta de sanitarios. Así, en la última convocatoria de empleo impulsada por el Gobierno, a las 106 plazas ofertadas sólo se presentaron 13 aspirantes, y de ellos únicamente seis han concluido todo el proceso. A esta situación hay que sumar que, según reconoce el propio Ejecutivo, la actual plantilla de médicos penitenciarios tienen una media de edad elevada, lo que provoca un elevado número de bajas laborales, aumentado aún más la presión sobre el escaso número de sanitarios.

El Gobierno ha señalado que, a pesar de que se vienen ofertando plazas de acceso libre para el Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria en las diferentes ofertas públicas de empleo anuales, las mismas quedan desiertas en la mayoría de las ocasiones, bien por falta de demanda suficiente de profesionales médicos de cara a su concurrencia, tanto en los procesos selectivos como a la superación de los mismos en sus últimas fases; o por su desistimiento antes de la finalización, generando una escasez de profesionales facultativos en la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Más ocurrencias de Marlaska

Lo cierto es que ésta no es la primera de Marlaska. El pasado mes de septiembre el Ministerio del Interior daba luz verde a la compra de dos nuevos instrumentos para la unidad de música de la Guardia Civil. Se trataba de una flauta y un fagot que suman en conjunto un coste de 50.030 euros. Una cantidad que fue criticada por desorbitada por asociaciones de la Guardia Civil, que recuerdan que con ese dinero se podrían haber adquirido alrededor de un centenar de chalecos antibalas como los que vienen reclamando con extrema urgencia.

Con miles de agentes de la Guardia Civil que aún no tienen a su disposición chalecos antibalas, tal y como llevan denunciando desde hace años, Interior priorizaba la compra de estos dos nuevos instrumentos y ha provocado nuevas quejas internas. Así, Interior daba luz verde a la adquisición de una flauta Muramatsu fagot Moosmanndos piezas muy codiciadas en el mercado. La primera cuesta 14.900 euros más IVA, mientras que el fagot alcanza los 28.100 euros. La suma es de 50.030 euros.

Con ese importe, se podría acometer la compra de cerca de un centenar de chalecos antibalas para las unidades más expuestas a riesgos por su trabajo en la calle, como las especializadas en Seguridad Ciudadana (USECIC) o las que tienen que enfrentarse al narcotráfico en el Campo de Gibraltar. 

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